Joaquín Sabina ha cumplido 72 años y durante la pandemia ha salido poco de casa. Estaba convaleciente del accidente que sufrió cayendo del escenario al cementerio del Wizkink Center de Madrid. Precipitado desde una altura de 1,70 metros, se quejaba del hombro pero era más grave. Le afectó al cráneo: "traumatismo de hombro izquierdo, torácico y craneoencefálico". Ahora ya ha salido de casa para la presentación de un libro. La imagen hace sufrir:

Joaquín Sabina, convaleciente, GTRES

En la presentación de la biografía póstuma del cantautor Javier Krahe, "Ni feo, ni católico, ni sentimental", Sabina ha reconocido que el difunto "era el mejor, mi hermano, mi maestro, un sabio, una persona muy singular, doctorado en sarcasmo. Se empieza a saldar la deuda impagable que este país tiene con Krahe. Me ha endemoniado que ningunearan a Krahe en algunos sectores". Sobre su delicado estado de salud Sabina se confiesa "Yo bebía gin tonic, con él empecé en beber whisky. Debería dejar de fumar como él lo hizo".


Sabina reaparece en un acto público, EP

Sabina sigue fumando a pesar de haber sufrido uno enfisema pulmonar: "Tengo que dejar de fumar. Porque de eso no estoy vacunado". Los fans le desean una recuperación y que vuelva a componer. Las giras parece difícil que las pueda retomar.