Y Joaquín Sabina calló. En su concierto del sábado por la noche en el Palacio de los Deportes de Madrid, ante 17 mil personas, el cantante dejó de cantar. Algunos dirán que no se notará el cambio, que lleva demasiado tiempo mudo, sin denunciar los atentados contra la libertad de expresión que se cometen en España con la excusa de la Ley mordaza. Un rapero condenado a prisión por cantar, unos cuantos independentistas encarcelados o al exilio por querer que se vote, libros y exposiciones prohibidos... Y Sabina seguía dando conciertos, hasta que en el Madrid el concierto acabó repentinamente. Este es el vídeo del momento:
La voz habitualmente resquebrajada de Sabina no permite apreciar si estaba quedándose afónico a medio concierto, pero durante el tema Y sin embargo Sabina hace aquello de los cantantes cuando se olvidan su propia letra o quieren coger aire: que cante la platea. Pero el asunto era más grave, en el minuto 1:05 Sabina sin avisar a nadie se levanta del taburete y se larga. En otro vídeo desde más cerca se aprecia como hace el gesto con la mano de "se ha acabado":
La banda sigue tocando como si nada y uno de los músicos que se sabe la letra sigue la canción. Poco después se abren las luces del Palacio de los Deportes y aparece Pancho Varona, uno de los miembros destacados de la banda para decir esto:
"Me dicen que Joaquín se ha quedado totalmente mudo, tiene una afonía terrible y no va a poder seguir el concierto. Lo sentimos mucho, de todo corazón". Parte destacada del público aplaude, mientras otros ya se van y reclaman que se les devuelva el importe de las entradas. Sólo resistió 1h y 40 minutos, aunque antes, durante un cuarto de hora, Sabina ya había abandonado el concierto mientras los músicos seguían tocando. A sus 69 años la gira ha sonado a veces como una gira de despedida. Durante el concierto dijo "Envejecer es una puta mierda". Llevaba una camisa con estampado de dinosaurios.