Joaquín Torres, el arquitecto de los famosos, tiene una proyección mediática imponente. Y es así por su lengua afilada y viperina. Torres no pasa por su mejor momento vital: un accidente de moto, problemas de salud, la muerte de su madre y una crisis que no esconde con su marido, el director de programas como 'Sálvame' o actualmente 'Supervivientes', Raúl Prieto. Los problemas se le acumulan. Ha desaparecido de la televisión, tras convertirse en el fichaje rutilante de Susanna Griso en 'Espejo Público'. Un conflicto con el programa de Antena 3 por una información que consideró como ofensiva provocó que se marchara en directo para no volver jamás. Por eso hace tiempo que no lo vemos en acción como nos tenía acostumbrados. Pero Torres está volviendo. Y con toda la artillería a punto.

Joaquín, famoso por haber ajusticiado a Bigote Arrocet por la muerte de María Teresa Campos, o a Tamara Falcó por criticar el ático de 1'5 millones que le compró, ha sido la estrella invitada de un pódcast en torno a unas cervezas. Y se ha quedado muy a gusto hablando de unos temas y otros: su paso de heterosexual a gay, gustos en la cama, polémicas diversas y, en especial, la bofetada bien sonora a una de sus enemigas VIP. Una famosa presentadora de Telecinco e íntima de Ana Rosa Quintana, desde hace años colaboradora pelada y busto parlante para anunciar cremas y productos, pero sinónimo de fracaso cuando le dan un espacio propio. Sí, Cristina Tárrega. Parece que a la valenciana el karma le está pasando factura. Y que Torres se está cobrando su parte.

Cristina Tárrega / Telecinco

Cristina y Joaquín eran amigos. Eran, en pasado. De allí pasó a odiarla. Y el motivo, un secreto muy fuerte que compartió en directo y por televisión hace pocos meses: : "A mí me han hecho magia negra, una persona muy conocida de televisión. Una loca, loquísima...el santero que lo hizo me lo dijo. Me avisó para que me protegiera. Me dijo que me habían metido en una nevera. Cristina Tárrega que está como una tarada perdida, cuando dejamos de ser amigos pues empezó por ahí". Torres, que no hace prisioneros cuando abre la boca, no quedó contento con aquella paliza pública. Por eso ha vuelto a insistir, subiendo el tono.

Raúl Prieto y Joaquín Torres / GTRES

El arquitecto y polemista respondía guasón a una pregunta del entrevistador del pódcast 'El sentido de la birra', sobre a qué personajes había disfrutado diciéndoles un "no" como una catedral. "A mucha gente, mucho gilipollas y mucho rico". Como quedaba muy genérico, pone nombres y apellidos: "A la Tárrega, a la Tárrega. Eso fue liberador. Una hija de puta, mala como la quina y vulgar hasta decir basta". Epa, porque sabemos que Torres diseña casas de millones de euros, que si no pensáramos que es sastre. Por los trajes que confecciona, vaya. Qué humillación. Una más. Cristina es el saco de boxeo de Joaquín. La pregunta es: ¿habrá tercer round o alguien detendrá el combate? Empieza a ser una carnicería...

Joaquín Torres / Instagram