Noche para lamerse los dedos en TV3. 'Joc de Cartes' volvió a repetir como líder del horario de máxima audiencia con el 22% y 389.000 fieles, en un capítulo que buscaba al mejor chef joven del Baix Llobregat. Una aventura que, gastronómicamente, fue histórica. Marc Ribas confesaba que era la primera vez que las comidas eran todas excelentes, como para repetir en cada plato. Nunca había pasado. Como tampoco se había visto que la mitad de los participantes hicieran trampas de manera tan descarada. Había dos impostores que no cumplían con los requisitos del enunciado. E intentaron mantener la mentira hasta el último aliento, ejecutando además una injusticia flagrante que altera a la audiencia. El hervor es imparable.

Hay que decir que la elección del triunfador de la jornada no está en cuestión. Que Sergi, del Secret del Vell en Cervelló, se llevara los 5.000 € del premio era lo más justo. También previsible. Sin embargo, llegó a los instantes finales en tercera posición, por detrás de Jan, del Kaprixo de Esplugues de Llobregat, y David, de El Tast de Molins de Rei. Precisamente los dos impostores. Les separaban 2 décimas solo, pero tenía que remontar. Más lejos quedaba Sara, de El Forn de Gavà, la ganadora moral y gran perjudicada de la noche. Ribas puso cordura y justicia. Por una parte, coronando a Sergi. Y por la otra, subiendo la nota de Sara. No abandonó la cola de la clasificación, pero quedó al mismo nivel que el resto. Y se lo merecía.

Sara, ganadora moral de 'Joc de Cartes' / TV3

¿Cuál es el problema? Que ni Jan ni David eran los chefs de sus restaurantes. No quiere decir que no sean profesionales de la cocina, pero no son ni los chefs, ni los jefes de cocina. Los mandos los tienen otros: sobre todo los propietarios, que no perdieron la oportunidad de salir en la tele, marcaron paquete y, sin quererlo, destapar el fraude. Hey, que una cosa no quita la otra: parece que se comía de narices, pero no precisamente gracias a su habilidad, arte y maña en los fogones. Eso, con todo el respeto, es hacer trampas. Y si además, hundes a otra rival, Sara, que es pura bondad, que puntúa a los compañeros con delicadeza y empatía, y que acaba viendo cómo le han pegado navajazos en la espalda, pues caso cerrado: no hay derecho.

Jan, a la izquierda, en 'Joc de Cartes' / TV3
David en 'Joc de Cartes' / TV3

Es lo que opinan los espectadores en masa, dejando constancia de su clamor a través de las redes sociales. Sara no habrá ganado el premio final, pero ha aumentado la futura clientela dejando un regusto fantástico y ganas de hacer una visita a su local, de cocina sencilla, casera, asequible y sobre todo, limpia. De suciedad, pero también de juego subterráneo. Medalla de oro a la dignidad. Catalunya te ha adoptado, Sara.