Los mercados son uno de los templos de los amantes de la buena manduca. No sólo a la hora de comprar productos frescos: en muchos de ellos encuentras bares y restaurantes espectaculares, aprovechando que cuentan con una despensa inmejorable. En Barcelona todo el mundo piensa en el Pinocho o el Universal en la Boqueria, por ejemplo, pero los puedes encontrar por toda la ciudad. También, evidentemente, malos, petulantes e irrelevantes, claro. Al barri hi ha de tot, ya lo saben. Pues bien, 'Joc de Cartes' quiso emular uno de los capítulos más recordados de su trayectoria, precisamente en el histórico edificio de La Rambla. En esta ocasión, sin embargo, se trataba de premiar el mejor restaurante de mercado de Barcelona. Un trabajo complicadísimo teniendo en cuenta la elección que pudo hacer el programa de Marc Ribas. Pero es la historia de cada semana, y no la podemos cambiar. Es lo que hay, que diría Gerard Piqué.
De hecho, de las 4 propuestas que vimos sólo una cumplía los requisitos, el 'Pocavergonyes' de Frederic Ventura, en Sagrada Familia. Y no ganó. El resto eran restaurantes "dentro de" mercados, no "de". Como 'La Torna' en Santa Caterina, un espectáculo de suciedad muy poco edificante. Después había dos en el del Ninot, en el Eixample: el de una carnicería, 'De Cruz Morales', y el 'Tierra' del personaje detestado de la noche: por prepotente, por maleducado, por haber ganado y, especialmente, por haber destrozado el catalán sin descanso. Guillem se cubrió de gloria (a pesar de que el resto tampoco desentonaban).
El tipo batió el récord de barbarismos escuchados en TV3, alguno de ellos verdaderamente impresionante y delirante. La noche iba de récords, por cierto, porque el programa marcó máximo de la temporada, aplastando a los rivales y rozando el medio millón de espectadores. Concretamente, un 19'5% y 447.000 fieles. Una pasada. Todos ellos, con sus oídos, oyeron a Guillem llamándole 'pat' a un pobre pato. PAT. Y decimos pobre porque el animal fue criado en una granja en la que lo trataban no como a un anáde, sino como un cerdo. Uno bueno, sí, comiendo bellota. Pato de bellota. En mi vida, pero vaya, siempre descubres cosas nuevas en la vida, como llamarle (perdón por la insistencia) pat. Dejó al personal tan helado que el resto de expresiones incorrectas o el uso del castellano en todas las cocinas hacía daño, pero menos.
Otra cosa, sin embargo, es Twitter, donde la sangre es caliente, los dedos rápidos y el enfado el estado de ánimo habitual. Aquí han ido a parar las quejas, críticas y zascas más contundentes de la noche. Y anoche estuvo bien movidito. La ocasión lo merecía, ya que se trataba de una noche de récords... y de recuerdos imborrables, para desgracia de la lengua.
Messi tiene 7 pelotas de Or, 'Joc de Cartes' el máximo de la temporada para TV3 y Guillem una granja de pats de bellota. El libro Guiness se está poniendo las botas.