Fuerte. Muy fuerte. Seguramente, uno de los más fuertes de sus 6 temporadas, e incluso los especiales de verano. 'Joc de Cartes' se ha estrenado con un verdadero espectáculo televisivo, de aquellos que te dejan pegado a la pantalla (23'5% de cuota y 500.000 espectadores, ¡brutal!). No de excelencia gastronómica, ni de compañerismo ni de juego limpio, y para acabar de arreglarlo, ni de cuidado lingüístico con el idioma propio del país. Recordaba Marc Ribas estos días que una de las prioridades para escoger a los 4 restauradores es que hablaran en catalán. Y que eso en determinadas zonas era más complicado que en otras. Pues bien, si tomamos el programa como un termómetro de la salud de nuestra lengua, estamos jorobados. Y en el Vallès Occidental la cosa apesta a muerto. Encontrar chefs jóvenes y catalanohablantes en esta comarca parecería una tarea más propia de Indiana Jones que de los responsables de cásting del espacio.
El destrozo idiomático fue colosal, y no hablamos de una percepción hiperventilada, de anécdotas o situaciones puntuales. Pero como hubo tanto lío, tantas situaciones delirantes y tanto mal rollo, la cosa formaba parte del paisaje. El Bronx, en todos los sentidos. Cuchilladas, suspensos, suciedad, platos impresentables, un tipo realmente odioso y farsante y casi uno de los concursantes que acaba en la enfermería... o peor. Si incluso Marc tuvo que desenmascararlo, llamándole mentiroso a la cara. La cocina, una excusa para asistir a un salseo infinito.
De los 4 aspirantes, uno directamente no hablaba en catalán. Ni una palabra. Dos más lo utilizaban, pero maderdedios. Y el que más o menos lo usaba con normalidad resulta que era el malo de la noche. Vaya, que jugaba a la contra. Suerte de Marc Ribas y de la voz en off para reubicarnos en determinados pasajes y vivencias, porque el resto eran expresiones castellanas muy poligoneras, además. La red, evidentemente, se ha alborotado durante la emisión. Llueve sobre mojado. La catalanohablante con más razones todavía, dejando algunas sentencias que hacen pensar. "Teletrés es Televisión de Castilla" o "quien seguro que no ganará hoy es la lengua catalana", por ejemplo.
Repetiremos, eso sí, una evidencia: 'Joc de Cartes' ha vuelto arrasando, es una apisonadora. Medio millón de espectadores es una auténtica pasada, la gente lo consume en vena. Y también que es un formato de factura impecable, trabajado y con ingenio. Sólo le faltan unos cuantos Voluntaris per la Llengua, y todos contentos.