'Joc de Cartes' ha vuelto a la parrilla de TV3 después de un mes de descanso al acabar la versión veraniega. Descanso para los espectadores y no para el equipo de la productora DLO Magnolia, que han sudado la gota gorda para confeccionar los programas de una larga temporada regular. Los fieles del concurso de Marc Ribas tenían ganas de más, y a pesar de las quejas por el horario de emisión, a las once menos cuarto de la noche, se reunieron en masa: un magnífico 17.8% y 306.000 espectadores, líder indiscutible. La oferta era sugerente: descubrir cuál de los 4 participantes puede presumir del título de mejor cocina creativa de Girona. 'Casi ná'.
Hemos hablado muchas veces de la dificultad de equilibrar la propuesta gastronómica con el espectáculo televisivo. Un trabajo titánico. La audiencia, siempre muy activa comentando todo en redes, criticó la elección por no cumplir con las expectativas del enunciado (vanagloriarte de creativo en la tierra del Celler de Can Roca es atrevido), pero sobre todo por el talante de uno de los aspirantes y que, al final, resultaría ganador. El propietario del Mas Solà en Santa Coloma de Farners, un hombre que desde el primer momento ya dejó claro que él no venía a jugar, sino a llevarse los 5.000€ del premio. No haría prisioneros.
El señor en cuestión, Xavier Bruset, mezclaba soberbia, prepotencia, actitudes algo despóticas y, lo que más molestó al resto de concursantes, llevaba una estrategia clara con la que hundir a los rivales: hacer valoraciones muy bajas. Según su criterio, todo era raspadito. Lo suyo, sin embargo, divino y casi perfecto. Y decimos casi, porque para él sólo hubo un error en toda la comida: "la gotita" de vino. Los espectadores y sobre todo el pobre camarero saben de qué hablamos, una obsesión. Pero si Xavier tenía a la gente enganchada a la tele era por otra razón, y era que causaba alucinaciones. Parecía el doble perfecto de otro señor que no tiene que ver nada con el mundo de la restauración. No: hablamos de un presentador histórico de TV3 y actual cargo directivo en el Grupo Godó.
Como si se tratara de una aparición paranormal, Ramon Rovira hizo su 'cameo' particular en el show de Ribas y compañía. Los rasgos idénticos de Bruset y Rovira son evidentes, y el efecto de palparlo en través del televisor todavía multiplicaba la sensación. Hay que decir, sin embargo, que no fue la única semblanza que se puso sobre la mesa: una muy comentada fue también la retirada a Josep Anglada, líder de los ultras de Plataforma per Catalunya. Algunos fueron más allá y creían ver a Albert Solà, el hijo catalán de Juan Carlos. Quizás lo tenían fresco en la memoria porque había salido en l''APM' justo antes del episodio. Un cacao.
Hace un mes anunciábamos en EN Blau la nueva temporada del programa y algunas novedades, como la categoría del vino. Lo que no nos informaron es de esta nueva faceta: el juego de los acertijos y los dobles de famosos. Y lo clavaron.