Los seguidores más fieles del 'Joc de Cartes' saben que hay diversos tipos de episodios del concurso de Marc Ribas en TV3. Los que reina la armonía entre los concursantes, los que enternecen, los que sorprenden por hallazgos desagradables o los que se acercan a la batalla campal. Parece que el del Baix Ebre de anoche pertenece a esta categoría, pero cada uno tiene el suyo favorito. Eso sí, el espacio tiene un don: nadie se lo pierde cada miércoles. La línea de la temporada es descomunal y no se aleja ni medio centímetro de la buena dirección. El dato: un 27'2% y 526.000 espectadores. Muchos ojos mirando, juzgando y alucinando al mismo tiempo. Porque la visita a Tortosa y alrededores fue exactamente así, para quedarse de piedra.
Se trataba de encontrar el mejor restaurante informal de la comarca. No iban desencaminados en la elección. Incluso demasiado informal, y por informal podrían decir... pobres. Con todo el respeto a los participantes y a sus negocios, el clamor del habitantes de la zona es contundente: nos juran y perjuran que no son representativos de la cocina local, que hay muchos lugares para comer mucho mejor. Lo sabemos, no pasa nada. Ganó la que más experiencia tenía, la Tasca Bohèmia en la capital, un sitio donde se ha parado el tiempo y las cosas se hacen a mano, poco a poco. Fue la nota tierna, el resto... festival de pullas y un concursante que se corona como el maleducado de la noche. Y más cosas. Algunas impropias de un restaurante como tal.
El insulto de un concursante a otra en 'Joc de Cartes': "p***..."
Este hombre es Gerard, que lidera un local de Tortosa y que firmó una actuación de nota. Parecía muy confiado y crítico en la primera comida, como si fuera sobrado para ganar el premio. Pero cuándo después lo visitaron a él vino el desastre: calor sofocante, humedades horribles en la pared y lo que es peor: comida el mal estado. Y no es una impresión con mala leche de sus rivales, es que el propio Marc Ribas lo corroboró. La chuleta de ternera estaba en mal estado y los pimientos escalivados, agrios, no aptos para servirlos. Tenía cara de asco. Este pimiento era del plato de Susanna Teresa, de la Ametlla de Mar, que resulta que es vegetariana. Un concepto que a Gerard le tocó las narices, estallando en la cocina. La insultó: "Ya empezamos con las putas vegetarianas". Y se ha líado.
La red indignada con la mala educación del restaurador de Tortosa
Las reacciones de los tuiteros que seguían el espectáculo son muchas, la mayoría poniendo a parir al autor de este comentario despectivo que, si lo haces en privado es tu problema, pero cuando tienes cámaras encima grabando todo (por eso lo de "reality") pues es mejor no pronunciar si no quieres que te silben los oídos... o el pajarito de Twitter. Este en concreto, pía que da gustos con expresiones poco amistosas. Vegetarianos y no vegetarianos en pie de guerra.
La boca es muy importante en 'Joc de Cartes'. Pero cuando te pierde, estás muerto.