"Lo tenéis que ver. Es que es brutal". Así convocaba Marc Ribas a sus seguidores de redes sociales a ver el último capítulo de la temporada de 'Joc de Cartes Estiu'. Sí, efectivamente, Marc y la palabra brutal son la misma cosa. Pero cómo bien matizó, en esta ocasión estaba justificada. Brutal el entorno, Cadaqués y Roses. Brutal la fotografía, muy cuidada. Brutal la mala leche de unas restauradoras, especialmente de una. También la jeta de otros, las praxis nada higiénicas... La elección de locales y personajes no dejó a nadie indiferente. Más bien pegados en la pantalla ante el espectáculo. Porque no nos olvidemos de eso: no es un concurso de gastronomía, sino un show televisivo. Tanto es así que arrasó con un 21%. Un dato que lo dice todo. Después, a la hora de comentar la jugada, cada uno va a la suya. Y hay chup-chup y lío en las redes. Eso es un clásico.
Hablando de clásicos: el primer destino de la noche, en Cadaqués. 'Casa Anita'. Una 'casa de comidas' parada en el tiempo, en todos los sentidos. En estética, en costumbrismos y en propuesta culinaria. En lo que están de lleno en el siglo XXI es en el precio: de escándalo, pidas lo que pidas. Y no parece que gustara demasiado, la verdad. Además, su emblema de pescado fresco quedó en entredicho: fresco, fresquísimo, como que había salido de un congelador. La montaña de patatas fritas que había encima tampoco excitaban a los comensales. La puntuación fue baja, y eso enfureció a su propietaria, que considera que su local (siempre lleno de turistas) es lo mejor del universo. El problema es que no tienen con qué compararlo, porque se vanaglorian de no haber salido nunca a comer o cenar en otro establecimiento. Así es difícil renovarse y mejorar. Tampoco parece su objetivo.
'Casa Anita' se enfrentaba al 'chiringuito (!!!) La Sal' también en Cadaqués, y a 'La Falconera', en Roses. El premio se lo llevaron los de 'La Sal' merecidamente, a pesar de un accidente con una langosta por el suelo y que acabó en la cazuela del arroz después de ser remojado con agua del grifo. No queda muy bien, la verdad. Pero peor le fue a los de Roses, con una cocina llena de grasa y un color y aromas de cigalas y sepia que traspasaban la pantalla. Ahora bien, no tenían la mala leche de las primeras, más bien porque son muchos años de experiencia... peleándose con la clientela.
Una costumbre que ha quedado reflejada en redes sociales a través de las capturas de sus respuestas a críticas negativas en Google. Hay de todo: faltas de respeto, tufo xenófobo e incluso rasgos antiindepes que, por alguna extraña razón, no nos sorprenden. La retahíla es impresionante, la verdad. Ahora bien, 'Casa Anita' también tiene muchos defensores, que lo consideran una institución gastronómica de la villa. Hay debate. Lo que no tiene debate es una impresión: les hubiera ido mejor no salir por la tele y protagonizar este alboroto, enseñando a toda Catalunya la peor cara de un establecimiento con tanta tradición.
'Joc de Cartes' pone fin a sus vacaciones, que como todo el mundo sabe en el mundo de la hostelería quieren decir doble carga de trabajo. Se va haciendo ruido con una buena traca final. Nos reencontramos el próximo 29 de septiembre, fecha de inicio de la nueva temporada regular.