Joel Joan es la personalidad del star system catalán más outsider. Tiene la extraña habilidad de ir a la contra de los grandes poderes del país (los políticos, la CCMA, el Grupo Godó...) y captar toda la atención, también de los poderes. Puede criticar abiertamente TV3 por menospreciarlo en sus últimos proyectos televisivos y seguir siendo un invitado imprescindible de cualquier programa de TV3. La última vez la semana pasada con Xavier Graset en La selva. Albert Om le ha dedicado una de sus entrevistas donde ha desembuchado contra la TV pública como motor del audiovisual catalán. Y para empezar una anécdota: Albert Om escogió 63 personalidades catalanas para su programa más popular, El convidat. Salió todo el mundo, de Jordi Pujol a Ada Colau. Algunos no accedieron y ahora sabemos que entre la lista de "nos" se encontraba Joel Joan. 15 años después revela por qué no aceptó ser El convidat.
Albert Om: "Hace años que no entrevisto a Joel Joan. Reímos recordando la última vez que lo había intentado, cuando le propuse que fuera el protagonista de uno de los capítulos de El convidat, en TV3, y él, por teléfono, tuvo claro al acto que tenía que decir que no. "Era una etapa más oscura, aquella. No estaba para que vinieras a casa". Joel Joan se acababa de separar de su pareja, Mònica Glaenzel con una hija pequeña, Etna Joan. No era buen momento para mostrar su casa ni la familia. Joel Joan acepta volver a hablar con Om en la platea del teatro, donde llega en bicicleta y con un cuarto de hora de retraso. Las estrellas se hacen esperar. Desembucha contra TV3 que no solo no le quiere comprar la serie que hace años que propuso. No quieren tampoco la tercera temporada de El crac y cuando quieren hacer una sit-com, una comedia de situación de media hora en plató con público, a Joel Joan, padre de la mejor sitcom catalana de TV3 Plats bruts, le dicen que se presente a un concurso que, según Joel Joan, ya estaba preparado para que lo ganara Dani de la Orden. Joel Joan lo encuentra ofensivo.
Joel Joan: "No me reúno con TV3 desde hace cuatro o cinco años. Les presenté un proyecto que a mí me gustaba mucho y en que creía, y me dijeron que no. Pensé que debió haber propuestas mejores que la mía y me he llevado una decepción, al ver muchas cosas que dices: "Una nit al karaoke, ¿esto qué es?" (La fracasada serie cómica de El Terrat para TV3). Esta es una de las grandes lecciones. Con la capacidad de producción de TV3, tienes una idea y te dicen que no gusta. No creo que no guste Joel Joan. TV3 ha colaborado con las películas de Escape room. No creo que sea un problema conmigo. Al menos para hacer cosas que no sean series". El problema se llama hacer series con Joel Joan. Le responden que no. O más sutil le hacen presentarse a concurso: "¿Por qué no me tenéis confianza? ¿Por qué habéis dejado de amarme y amáis a gente que no tiene las credenciales que yo tengo ni de broma? Ahora mismo TV3 ha hecho un concurso para una sitcom. Mucha gente ha presentado proyectos y se la dan a Dani de la Orden. ¡Cojones, qué casualidad! Dásela directamente a Dani de la Orden. No hagas perder el tiempo a toda la otra gente que se ha currado un proyecto. Vete a Dani y dile: "Quiero una serie tuya, que eres el hombre de moda" Es que a mí, incluso, se me pidió que presentara una sitcom. ¿De verdad? No es que no me quiera presentar, es que pienso: ¿quién sabe más sitcoms en este país para que pueda valorar una cosa mía? Después de Plats bruts no ha habido ni una sola sitcom que haya sido tan graciosa como aquella. ¿Por lo tanto, quién hay con más autoridad que yo y Jordi Sánchez para decir qué es una buena sitcom? ¿Cómo tengo que entrar yo en una competición de estas? Es como si le dijeras a Spielberg que si se quiere presentar a un concurso para hacer un Indiana... James. ¿Te quieres presentar? Qué me tengo que presentar yo?".
Dani de la Orden es Joel Joan si meterse en líos. Los tiempos cambian y Joel Joan no volverá a TV3, el único lugar donde puede trabajar porque no concibe hacer audiovisual que no sea en su lengua, el catalán. Catalunya tiene un problema si no hay lugar para talentos como el suyo.