Este domingo, como cada domingo, los espectadores de TV3 tienen una cita imperdible con uno de los mejores y más exitosos programas de la parrilla televisiva: el Atrapa'm si pots, el concurso presentado con mano maestra por Llucià Ferrer con preguntas a diferentes concursantes sobre conocimientos, cultura y léxico.
Un concurso, evidentemente, en catalán. No hay que recordar el revuelo que despertó una sencilla frase del presentador a una joven concursante que preguntó si podía responder en castellano a una pregunta (no recordaba cómo se decía trigo en catalán) y evidentemente, Ferrer le dijo que no podía ser, por la sencilla razón de que el concurso trata, precisamente, de los conocimientos que se tienen en nuestra lengua.
Ya hace una semana del esperpento grotesco puesto en marcha por los sospechosos habituales, los hiperventilados de turno de las españas que se pusieron las manos en la cabeza indignados por el sacrilegio de no dejar que una concursante respondiera en castellano. Inés Arrimadas y compañía, haciendo lo que acostumbran, apagar fuegos con gasolina y meando fuera de tiesto. Afortunadamente, personas como Xavier Sala-i-Martín les callaron la boca.
Otros, como el diario El Español, haciendo un retrato robot de Llucià Ferrer que no ha podido hacer más que partirse la caja cuando ha leído según qué tonterías: “Es de la nueva horneada que están a medio camino entre la comunicación y el humor, muy típico aquí en Cataluña. Siempre ha crecido bajo el ala del nacionalismo. Es un pata negra de la comunicación secesionista y nunca se ha escondido. Entre broma y broma al final siempre terminan introduciendo la crítica a los de siempre (los constitucionalistas)".
Ahora, quien ha opinado sobre lo que hizo Llucià y sobre toda la (falsa) polémica puesta en marcha por los de siempre, ha sido Joel Joan. Y lo que ha dicho, ha sorprendido a los espectadores de 8maníacs, el programa de 8TV donde ha ido de invitado. Probablemente, haría falta que el actor y director teatral viera él mismo toda la secuencia de los hechos.
Porque el presentador, Miquel Valls, le pregunta: "¿Crees que se ha ido todo de madre o no?. Él alucina y dice que "he estado desconectado, no tengo ni puta idea de que me estás hablando". Después, los colaboradores le aclaran qué ha pasado y Joel Joan hace su análisis en base a lo que le explican.
Dice Joel: "Todo esto es política, al final, está todo teñido por la política. Nosotros mismos estamos controlados por la política y nos autocontrolamos. Quizás Llucià se equivocó no dejándole decir en castellano, sobre todo si es tal como lo explicáis, que pidió '¿puedo decirlo en castellano, porque ahora no...?'... Yo no, no... no entiendo esta reacción":
Sea como sea, parece que ya podemos decir trigo, y que ya está en el saco atado y bien atado. Y cómo recuerda Llucià Ferrer, "después de todo... hoy volvemos". Veremos si hay una nueva polémica o no.