La ultraderecha española vuelve a convulsionar y echar fuego por las muelas. Ahora, por lo que dicen que ha pasado en una escuela de Palma. Allí han amenazado de muerte a una profesora de catalán: "Revisa los bajos de tu coche cada vez que lo cojas, no sea que por casualidad tengas un explosivo plástico", "Os invito a decirle a esta nazi todo lo que pensáis de ella" o "Escoria totalitaria, espero que la gente la salude y felicite por su actitud". Son algunos de los mensajes intimidatorios que ha recibido la docente desde el viernes. ¿Qué dice el relato españolista? Que treinta alumnos del colegio concertado La Salle de Palma habían sido expulsados por, supuestamente, colgar una bandera española. Unos estudiantes de primero de bachillerato exhibieron la bandera para dar apoyo a la selección de Luis Enrique en el Mundial de Qatar 2022 y una profesora decidió suspender la clase y abandonó el aula. Pero la realidad es otra, como pasa a menudo con los hiperventilados ultras españoles que a todo le ven "connotaciones políticas".

Foto: Efe

El colegio ha dejado bien claro que la decisión de expulsar a los alumnos tiene que ver con el hecho de que desobedecieron a la profesora y se enfrentaron con ella: "A raíz de una iniciativa por parte de los alumnos para decorar el aula en apoyo a la selección española masculina absoluta de fútbol en su participación en el Mundial, los alumnos de 1.º B, actuando como grupo, han desoído las indicaciones de una profesora que estaba cumpliendo con las normas de convivencia del centro y seguía las órdenes del equipo directivo. Actuando como masa, han coaccionado a una compañera que sí que ha hecho el intento de obedecer a la profesora", dice la circular de la escuela. El claustro había acordado la utilización de rojigualdas solo para los días que jugara la selección española. Los hechos tuvieron lugar el viernes, cuando la selección de Luis Enrique no jugaba. Por lo tanto, la profesora rechazó la presencia de banderas y los alumnos se enfrentaron. Pero un padre y muchos otros patriotas españoles han puesto el grito en el cielo, como Sergio Campoy: "Mi hijo (y su clase) ha sido expulsado por poner la bandera 🇪🇸 en el aula porque disfruta del Mundial con alegría y pasión. A varios profesores les ha molestado por connotaciones políticas. ¿Quiénes son los adultos? ¿Hasta cuándo este adoctrinamiento sinsentido?".

Jordi Basté / TV3

Jordi Basté ha dicho que ya basta, y de las "bombas fétidas" que la derecha más rancia deja caer a la mínima que tiene ocasión. Dice en su editorial de este martes: "Pues sí, algunos alumnos se saltaron el acuerdo a que habían llegado con el centro. El acuerdo era: la bandera española en clase claro que sí, pero los días que juega la selección durante el Mundial. El resto de días no hace falta. El acuerdo se puede discutir, pero lo que no se puede discutir es lo acordado. Pues resulta que, como con la bandera no se juega y como estamos en una época que algunos padres quieren mandar más que las escuelas, uno de los padres lo denuncia". ¿Quién?: "un padre que es jefe de prensa de las asociaciones empresariales de las Baleares". ¿Y dónde lo denuncia? Evidentemente, en Twitter, solo faltaría. Y Basté llama a las cosas por su nombre: "Nada habría pasado si la profesora hubiera sido de filosofía, el problema es que el agravante es que daba clases de catalán, por lo tanto, la bomba fétida ya está lanzada: la peste mezclando catalán, lengua y bandera española ya se ha extendido por todas partes, ha abandonado la zona insular para adentrarse sin control hasta la peninsular y aterrizar en Madrid, centro de mando de la elección de los buenos y malos españoles". Demoledor.

Jordi Basté / Foto: Sergi Alcàzar

El periodista de RAC1, después de que la ultraderecha españolista haya difundido una fotografía de la docente con su pareja y su hija menor de edad, con el mensaje "Vamos a por ella", no se ha mordido la lengua: "Determinada prensa de Madrid, determinados partidos de la derecha del país, hacen un envoltorio donde la bandera va por delante de la ley y siempre con el uso y disfrute partidista de la política". Pero da una clave que no hay que obviar: "todo resulta más claro si resulta que el padre denunciante no es solo el encargado de comunicación de las empresas baleares, fue el adjunto al director de comunicación en las islas Baleares del PP durante las elecciones generales del 2019. No por nada. Es para tener todos los huevos en el cesto".

Chim pum. Impecable. Descomunal. Y un recordatorio que hay que tener presente ante el tufo rancio (y de bomba fétida) que se huele en la derecha española más ultra cada vez que ven un filón donde esparcir basura.