Este jueves es un día maravilloso. Ha salido el sol, la gente va por las calles con una sonrisa de oreja a oreja, mañana muchos empiezan cuatro días de vacaciones... y lo mejor de todo: el Real Madrid, como diría el talismán Damià López de RAC1, "¡al carrer! A la calle". Euforia en el estudio de la emisora, y en muchos hogares catalanes, y funeral en Movistar+, en El Chiringuito y en el resto de la caverna madridista...

Un Madrid desastroso dice adiós a la Champions con otro partido lamentable contra el Arsenal. Los de Arteta le han pintado la cara a los de Ancelotti, que una vez más, no han jugado a nada. Mbappé, Vinicius, Bellingham y compañía, desaparecidos, cero ideas, cero juego. Ni Remontada ni milongas. Tampoco ni cabeza, ni corazón, ni cojones. Ni lo más esencial, fútbol. La remontada que Pedrerol y el madridismo hiperventilado solo veía en sus sueños húmedos, se acabó justo en el momento en que el árbitro pitó el inicio del partido y empezó a rodar la pelota, con unos gunners que dieron otra lección al conjunto merengue. A pesar del 3 a 0 de la ida, algunos madridistas creían en milagros, en remontadas, en novanta minuti nel Bernabéu sono molto longo y bla, bla, bla. También había culés que a pesar de creer que esta vez no se enfadarían con una nueva demostración épica e inexplicable del Madrid en la Champions, tenían sus reservas, porque las han visto de todos los colores y estaban escarmentados... Como Jordi Basté.

El despertador le suena a las 4:24 de la madrugada para ir a trabajar, pero el periodista sabía que depende de qué pasara, dormiría poco. Pero Basté, gato viejo, sabe que no se puede dar por muerto y enterrado al Madrid en esta competición. Sabe que Madrids infames han pasado ronda y han ganado finales sin jugar a nada. Por eso no se quería ilusionar ni ponerse más nervioso de lo que ya lo estaba, y ha decidido que durante las dos horas que duraría el partido, de 9 a 11 de la noche, él haría otra cosa que mirar el partido. Lo que ha escogido hacer, sin embargo, ha sorprendido a todo el mundo. Lo han revelado esta mañana en El món a RAC1: "Decidí no ver el partido. Puse un momento justo para el penalti fallado por Saka, y apagué". ¿Qué hizo? Ponerse a mirar una peli. Laura Rosel revela la curiosa elección... Saw... Pero no la 1, ni la 2, ni la 3... Saw 4... "Es que estoy haciendo todo el recorrido, que va empeorando el gore".

saw
 

La macabra serie de películas con mucha casquería, con muertes explícitas y desagradables, con 'Jigsaw' haciendo de las suyas y que te dejan muy mal cuerpo. La primera, todavía, las otras son auténticos delirios de sangre y vísceras. Pero el bueno de Basté pensó que puestos a sufrir, ver las muertes de Saw 4 sería más soportable que ver al Madrid remontando la eliminatoria. Y después... 54 mensajes de WhatsApp en su móvil. Mensajes que no sabría si serían de enhorabuena y euforia culé, o de lamentos y frases del estilo de "lo han vuelto a hacer". Esta vez, sin embargo, la mística del Bernabéu falló más que una escopeta de feria. "Abro el modo avión del teléfono a las once menos cuarto, 54 mensajes... pensé 'ha ganado el Madrid 54 a 0'". Pero por una vez, el tribunero que lleva dentro falló... Ya que el ritual ha funcionado, le proponemos al bueno de Jordi que el sábado 26 de abril, para la final de la Copa del Rey, se ponga Saw 5.