Los periodistas recurren a lugares comunes cuando tienen que transmitir jornadas electorales larguísimas pero lo más magreado es llamarlas "la gran fiesta de la democracia". Pues la fiesta de las municipales fue por barrios. Donde sí que hay fiesta grande es en las casas que todavía votan con ilusión, donde lo contemplan como un deber cívico y al mismo tiempo un orgullo, donde los adolescentes esperan emocionados llegar a la mayoría de edad para poder votar. Es el caso de la hija de Jordi Basté, que no pudo votar a las últimas elecciones, las de la Generalitat en febrero de 2021, por una semana. Quim Torra las convocó para el 14 de febrero y Georgia Basté cumplía 18 años el 21 de febrero. Ya es mala suerte. Por una semana no pudo votar. Aquella adolescente ya es adulta, tiene 20 años y estudia periodismo. Tenía ganas de votar y finalmente lo ha podido hacer, estrenándose en su ciudad. Lo más bonito, votar al alcalde o alcaldesa, lo más próximo. Su padre le ha hecho una foto mostrando el gesto de la chica y como ha crecido:
Escribe Basté: "El primer voto, las primeras elecciones. Vote a quien vote, hoy es el mejor día para recordar a los abuelos y abuelas que hicieron posible que eso pueda pasar. Y, claro está, que todos nos hacemos mayores. Felicidades, hija. Por muchas elecciones más"!. La chica es alta, como su padre, y con mucho pelo, al contrario que su padre. Una buena noticia y un orgullo en una casa que respira política, civismo y contacto con la realidad. No hace falta ni especular qué partido votó, quizás votó en blanco si encuentra que ninguno le hacía el peso. La obligación es votar, ejercer este poder, comprometerse con los vecinos y conciudadanos. Muy bien. En Instagram un montón de VIPS celebran la foto, como los actores Carlos Cuevas y Rubén de Eguía. ÇLa chica ya es adulta, no hay problema al mostrarla a Instagram, pero el padre quiere que sea ella la que escoja cuándo quiere salir. La hija tiene el Instagram cerrado pero padre e hija se siguen mutuamente en la red. La única imagen icónica de la primogénita la lució el periodista más seguido de Catalunya cuando hizo 18 años:
Jordi Basté tiene dos hijas y viendo su cuenta de instagram las sigue a las dos, la Georgia y la pequeña. Cuando ve sus dos hijas crecer, la pequeña será mayor de edad en poco tiempo, siempre hace la misma reflexión: se hace mayor. Como todo el mundo. Él ya tiene 58 años. Se siente mayor cuando un hijo se hace adulto. Es ley de vida. La reflexión por los 18 vale ahora por los 20 y el voto: "Hoy hace 18 años y s'haurà de darse cuenta que la vida no és perfecta, como intentamos ahorrarle a su madre y su padre.Cuando una criatura se hace mayor de edad, las lágrimas de las hijas són por|para lo que les espera en adelante, en cambio, para|por los padres, las llàgrimes soon por a lo que dejamos atrás. Supongo que en momentos como estos cuando nos damos cuenta que ya no soon de nuestra propiedad y que ya no soy el mejor plan de su vida. Un plan de su vida que me temo que no he celebrado lo suficiente, como tocaba. (...) Infància ees amor, adolescencia, felicidad, y el resto, literatura, o incluso que llega un momento que la madurez puede ser una estafa. Siempre podré decir que mi hija no se podrá quejar de sus padres. Le cantaba "Buenas noches, sé que estàs cansada los ojos se te hacen pequeños" cuando la mecía para hacerla dormir, le explicaba cuentos (uno de un explorador que se llamaba Ricard, que vivía con muchos animales en una cabaña), la enseñamos a ir en bicicleta, però sobre todo la educamos, con su madre, primero de todo, para saber dar las graciaes. Esperamos que recuerde que los padres somos los primeros que la quieren y que la protegen (...) Todavía no soy consciente de cómo la echaré de menos, de las horas que la desperdicié. (..) Que no se olvide nunca que el gran amor de mi vida es ella". Imposible no emocionarse. EN Blau vota Basté.