La divulgación por parte del diario ABC de la conversación previa a la entrevista entre la ministra Irene Montero y una periodista de ETB, ha sido analizada esta mañana en El món a RAC1. Independientemente del contenido de la conversación off the record de la titular de Igualdad, sobre la manifestación del 8-M en Madrid y los riesgos del coronavirus, la filtración pone de manifiesto una vez más el peligro de muerte que vive el oficio de periodista, si se eleva a categoría una conversación privada entre dos personas antes de que el periodista apriete el botón de REC. Jordi Basté ha querido saber la opinión de los tertulianos de este martes. Les pedía brevedad. Pero al oír las palabras de Joan López Alegre, el mismo director y presentador del programa ha querido exponer su punto de vista en un alegato demoledor y extenso sobre la buena y la mala praxis periodística.
Basté ha querido poner los puntos sobre las 'i' justo después de que el exdiputado del PP en el Parlament empezara la exposición de su punto de vista con las palabras "Esto no es un vídeo privado. La señora Montero es ministra, estaba microfonada, estaba en una sala de su ministerio, y por lo tanto...". "No, no, no, no, no", le corta Basté. "Como periodista te llevaré la réplica: una grabación empieza cuando se aprieta el 'REC' y se acaba el 'REC'. El resto es robado. Punto". López Alegre insiste: "Ella estaba microfonada...". "¿Y?", vuelve a intervenir Basté. El tertuliano sigue, ahora enfocando a Montero: "En el vídeo vemos un ejercicio de pardillismo y prepotencia". Basté no quiere entrar en la opinión. Pero todavía tenía cosas que decir sobre el primer hecho: "Es como si tú, Joan, entras en el estudio diciendo barbaridades. Si el micrófono está cerrado, está cerrado". "Con una diferencia", continúa López Alegre, "ninguno de nosotros somos ministros de este país". Y el periodista vuelve a negar la mayor.
"No, no, no. No estoy de acuerdo. Tú hablas como lo que hablas, yo hablo como periodista. ¿Es ministra? Me parece muy bien. No perdamos la cabeza. Joder, es que al final a los ministros y políticos les pediremos que cuando digan 'Buenos días' vigilen cómo lo dicen, cuándo lo dicen, dónde lo dicen... Al final tendremos que ir con móviles con visera. Si le pasa a uno de la oposición es caca, es mierda. Si le pasa a otro, aplausos. Osti, no, no". Basté insiste: "Irene Montero puede decir por antena lo que le dé la gana, aunque sea ministra. La misión como periodistas es que aquello que ha dicho off the record lo diga en antena. No al revés". El toma y daca continúa: "Ella dijo una cosa microfonada...". "¡Perdona Joan, y dale con microfonada! ¿Y qué coño quiere decir que esté microfonada? Cuando dicen 'estamos grabando' empieza la grabación. El resto, no. ¡No fastidies, por favor! Porque si no, es hacerte trampas. A ti, y al periodismo".
"La cuestión clave es saber si eso lo ha filtrado un periodista", concluye López Alegre. "Eso no es clave", le vuelve a rebatir Basté. "La clave no es quién, sino ¿por qué? No es un tema del 'quién lo dice'. Si le pasara a Cayetana Álvarez de Toledo diría lo mismo". Una conversación interesantísima que se ha acabado con Basté quitando hierro y diciendo con complicidad: "pido disculpas a Joan por mi..., pero es que he hecho de periodista, es que me siento interpelado". Y López Alegre: "a mí me ha gustado mucho defender mi punto de vista". Una conversación a micro abierto. Quién sabe cómo habrá seguido.