La investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno trajo, como era de esperar, muchas reacciones hiperventiladas de gente de la derecha y la ultraderecha desbarrando. Ya pasó el miércoles y el jueves en el Congreso de los Diputados, solo hacía falta escuchar y ver las reacciones de gente como Alberto Núñez-Feijóo, Santiago Abascal o Isabel Díaz Ayuso. Y fuera del hemiciclo, lo de siempre de los últimos días: manifestaciones llenas de gente muy demócrata con imágenes repugnantes cantando el Cara al sol, con gritos franquistas y todo muy asqueroso. Es lo que tiene la derecha en España, que como bien dijo Patxi López, "Alimentan a los que luego dicen a por ellos y dan vivas a Franco y llevan muñecas hinchables, a los fascistas y machistas. Alimentan a los que asaltan las sedes socialistas. Le pedimos cordura para que los monstruos no le devoren. No siga con su raca raca, señor Feijóo, usted sacó más votos pero la sociedad española le dijo que no a su gobierno", dejando claro que cuando la derecha pierde, nunca aceptan la derrota y siempre ponen la maquinaria y los ventiladores para esparcir basura.
Esta imagen escuece al PP y a Vox y a sus votantes y simpatizantes. Les hierve la sangre al ver cómo democráticamente el líder del PSOE, con los acuerdos y pactos de gobierno con el resto de formaciones, como Junts y ERC, ha conseguido el apoyo necesario para gobernar. Añadan a la rabia indisimulada que tienen el hecho catalán y la amnistía. No lo pueden soportar. Para algunos, ver y escuchar a políticos cómo Gabriel Rufián les hizo vomitar su odio particular. Y entre estos, un personaje esperpéntico, que desde que colgó las botas ha ido desbarrando en favor de la derecha y contra Catalunya. ¿Quién? Luis Figo.
El ex del Barça que se marchó de manera cobarde hacia el Real Madrid, la persona que ha recibido el abucheo más monumental del Camp Nou, cabeza de cerdo añadido, desde que ya no es futbolista se dedica a comentar la actualidad y a hacer meaditas. Pero claro está, si buscas a alguien como el portavoz de ERC en el Congreso, lo encuentras. Figo ha querido buscarle las cosquillas a Rufián, y Rufián lo ha humillado. Y entonces, el portugués ha reaccionado con un comentario lamentable, estableciendo él quién es catalán y de qué manera. Figo, después de oír como Rufián avisa a Pedro Sánchez de que "no se la juegue" y no dilapide el apoyo, se ha permitido el lujo de decirle: "Qué chulito el pseudo catalán". Respuesta brutal de Rufián, remitiendo a Hacienda. Bofetada a mano abierta. Figo ha seguido haciendo el ridículo:
Al leerlo, quien ha sentenciado a Figo por haber perdido completamente el norte es alguien que recuerda su indiscutible talento como jugador de fútbol y constata que es inversamente proporcional a su cerebro. Jordi Basté alucina y destroza al ex de Barça y Madrid: "Pseudo catalán le dice a Gabriel Rufián. Qué xenófobo.... Futbolísticamente fue una pena perderlo, personalmente nunca le estaremos lo suficiente agradecidos a Florentino".
No hay que añadir nada más.
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