Jordi Basté quiso acompañar a un amigo íntimo en su día más especial: Pep Guardiola podía ganar su tercera Champions como entrenador. Y era casi tan deseada como la primera, para acabar de una vez por todas con la acusación de que solo la podía ganar con Leo Messi en su equipo. En Munich no pudo ser y en Manchester tenía otra oportunidad, como favorito después de la exhibición mundial de eliminar y arrasar al Real Madrid. Todo indicaba que sería un día feliz y así fue: el Manchester City es campeón de Europa. Basté lo disfrutó en la grada al lado de otro amigo suyo, el hermano de Pep, Pere Guardiola. El domingo colgó una foto en Instagram con un mensaje que EN Blau fue el único medio en publicar:
Jordi Basté: ¡"Vivir esto juntos! Y Pere sabe que lo del Lukaku no fue solo suerte. ¡Felicidades Pere! Y gracias". Un mensaje que no se entendía. ¿Qué hizo, aparte de la suerte, que Lukaku, jugador del Inter de Milán fallara el gol del empate en el minuto 88? Este lunes todos los oyentes de Basté esperaban escucharlo en el programa más popular de Catalunya, El món a RAC 1, pero por sorpresa, el periodista no ha presentado el programa. Es por un motivo personal: el sábado murió la madre de Jordi Basté. La peor noticia que una persona puede recibir y Basté la recibe en IEtambul con una llamada telefónica de su hermano, tres horas antes de empezar la Final de la Champions. La generosidad del periodista ha querido que el lunes en La Vanguardia abra el corazón y escriba todo lo que le pasó por la cabeza. El relato es muy emocionante.
Jordi Basté: "En Estambul, a las seis de la tarde, tres horas antes de la final de la Champions, paseando por el Gran Bazar, me llamó mi hermano Francesc: "Jordi, nuestra madre ha muerto". No estaba preparado para este golpe a pesar de su delicada salud desde hacía años. No podía volver atrapado entre Asia, Europa y la Champions. No hay sentimiento más absurdo que ir a la final de la Copa de Europa llorando la muerte de tu madre. Podría ser un cuento de Monzó o de Pàmies pero era real. Solo comuniqué la noticia a Adriana, Janna, mis hijas y Pere Guardiola, con quien sufrí el partido y me cuidó en todo momento. Seguro que ganaremos, Pere, le dije". La muerte de su madre y solo tuvo fuerzas para explicarlo a su familia más próxima: su exmujer, su excuñada y sus hijas. Y a su amigo Pere, el hermano del entrenador del City, con quién veía el partido. Pere Guardiola ya conoce esta sensación de desamparo: la madre de los Guardiola murió hace unos años. Pep no supo la triste noticia de Basté hasta después del partido. Envió besos desde el césped de Estambul al cielo, donde debía haber dos mujeres orgullosas, las madres de Pep Guardiola y Jordi Basté.
Ahora se entiende el mensaje de Basté del domingo en Instagram, la fuerza superior que hizo que Guardiola triunfara: "Cuando Lukaku falló, en el minuto 88, el gol del empate italiano, el hermano de Pep me cogió la cabeza y gritó... "no es casualidad". Y celebramos la victoria porque sé lo que le ha costado esta Champions a Pep y lo que ha sufrido su familia, pero también recordaré que mi madre no podrá lucir nunca más la foto de Pep cuando tenía 20 años y estaba en nuestra casa en Horta comiendo los macarrones de mi madre. Aquel chico que ella tanto admiraba. Siempre que arranque la hoja del calendario del 10 de junio rememoraré que el día que murió mi madre el City ganaba su primera Champions y Pep su segundo triplete. Una alegría tan triste entre el espanto y el dolor". Espanto, dolor, tristeza y alegría. Todo al mismo tiempo. Se llama vida.