Gemma Nierga ha empezado el año de su imprescindible Cafè d'idees con una conversación en plató con el eurodiputado de Ciudadanos Jordi Cañas. Evidentemente, Cañas no ha desperdiciado la ocasión de hacer su habitual menosprecio hacia el presidente Carles Puigdemont. La presentadora le pregunta sobre su retorno a Catalunya y la relevancia que eso tendría, y Cañas, como hace siempre, soltando por la boca cosas como "Su valor político es la mentira del exilio. Es como un trono. Uno es rey mientras todo el mundo cree que la silla donde se sienta es un trono. Cuando la gente cree que es una silla, ya no eres rey". Revela que el contacto entre los dos eurodiputados es mínimo, que ni lo saluda, "generalmente no... yo es que me tomo muy en serio lo que sucedió en Catalunya, yo lo viví aquí muy intensamente. Yo no les perdonaré jamas, nunca, lo que hicieron. Ellos rompieron el pacto tácito que compromete democráticamente una sociedad, el respeto al otro y a la ley".
Cañas siempre ha demostrado que tiene memoria selectiva, que solo ve las cosas desde el prisma naranja de su partido. Quizás olvida que en Catalunya también sucedió una barbarie cometida por las fuerzas represoras del estado contra ciudadanos que solo querían votar, quizás olvida que en Catalunya también sucedió que su partido vivió de la crispación, del desprecio, del odio a cualquier persona que quisiera y creyera en el procés, quizás olvida que en Catalunya también sucedió que él y los líderes de su partido han vomitado sistemáticamente sobre los que quieren la independencia. Y ahora se ha visto que aquella estrategia, aquella miserable manera de hacer política, ha dado sus frutos. ¿Cuáles? Los de la práctica desintegración del partido. Los de pasar de ser la fuerza más votada a casi ni existir ni tener representación parlamentaria en ningún sitio.
Y por mucho que Cañas se llene la boca elogiando a Inés Arrimadas, la única verdad es que la montapollos está recogiendo políticamente lo que ella sembró. De la líder de Ciudadanos ha hablado con Gemma Nierga, pero una valoración suya sobre por qué se la ha criticado ha llamado la atención de la periodista catalana: "No es justo que ahora a Arrimadas se la acuse y responsabilice de todo. ¿Por qué ha de prescindir Ciudadanos de una formidable oradora y estupenda política?", se pregunta. Y él mismo se responde, poniendo encima de la mesa un argumento concreto: "Le voy a decir una cosa que no suelo utilizar: creo que si Inés hubiera sido un hombre, algunas de las cosas que se están diciendo, no se habrían dicho". Interviene Nierga y habla claro: "Usted lo que apunta es que ella es víctima de un cierto machismo... 'Si hubiera sido un hombre...'.... ¿Eso no es machismo?". Responde Cañas sin hablar tan claro como Nierga: "Bueno, esa es una forma de entender la política que yo no comparto". Pero Nierga es mucha Nierga: "Ya... cuando criticas a una mujer por ser mujer, eso es machismo". Cañas deja caer, aunque después no lo quiere decir con todas las letras, que las críticas a Arrimadas esconden comportamientos machistas. Un argumento, como mínimo, sorprendente.