El eurodiputado de Cs Jordi Cañas ha celebrado su particular castañada. Aunque, para ser sinceros, su "fiesta" no difiere mucho de cualquier otro día del año. Cañas vive obsesionado con el independentismo, los presos políticos y exiliados y con todo aquello que supere su marco mental de exaltado unionista, y así va por la vida: insulto en insulto, de bronca en bronca. Tiene que hacer feliz a su público, y cada día es una nueva gincana en la búsqueda de motivos para vomitar el exceso de bilis de su organismo. La última muestra, atacar a los familiares de los represaliados, a los que acusa de ser mantenidos de la Diputación de Barcelona. Ha sido el preludio de un brutal encontronazo con el abogado Gonzalo Boye, que le ha puesto las cosas bien claras, provocándole un colapso de categoría: "no das un palo agua"

Jordi Cañas a oscuras / EP

Gonzalo Boye responde / Maria Contreras Coll

Cañas ha enloquecido completamente y ha cargado contra Boye de forma maleducada y leñera. Ha sacado el manual de estilo ciudadaner y se ha dedicado a llamarle "secuestrador, narco, defensor de golpistas", en bucle. El teclado de Jordi ahora tiene menos teclas, ha quemado unas cuantas. El abogado, gran jugador de rugby, lo ha placado con maestría, y lo ha enviado a hacer los deberes con ironía: "rebajas el nivel del Parlamento Europeo, y vulneras la Directiva" relativa a la presunción de inocencia. Cañas, en llamas por que le había llamado "gente", destrozaba su dispositivo con nuevos improperios. Si no fuera por la lástima que produce el diputado, sería para troncharse de risa.

Inés Arrimadas, Carlos Carrizosa, Lorena Roldán, Jordi Cañas / Sergi Alcàzar

Este es el nivel del "constitucionalismo" españolista en Catalunya. Jordi Cañas, todo un gentleman.