Jordi Cañas y Gabriel Rufián son como el ying y el yang. Para algunos el diputado de ERC en el Congreso es la reencarnación del mal, para otros lo es el de Cs. Para algunos Rufián es la voz de la conciencia necesaria del hemiciclo, para otros, Cañas es el azote que hay que aplicarle a los indepes. Eso sí, sobre las formas del uno y del otro, ya hay mucha diferencia.
No es la primera ni la última vez que este par se las tienen. Recientemente, vía Twitter, se dijeron de todo después de la intervención del político republicano en la Cámara Baja y la posterior expulsión por parte de Ana Pastor. Unos zascas tuiteros que hicieron temblar la red. Pero Cañas no tuvo bastante. Necesitaba desembuchar todavía más. Y qué mejor que ir al reducto de la bilis por excelencia para desahogarse a gusto sin cortapisas ni nadie que le ponga el freno de mano: Intereconomía TV.
¿Y cuál es el buque insignia de la caspa patriótica de aquel canal? El gato al agua. Un Cañas como pez en el agua se refería a un "Rufián en plan matón y su banda no va a impedir que yo deje de decir de ellos que son unos golpistas, porqué lo sois. Para ellos, todos aquellos que somos españoles, somos fascistas. ¡¡Sólo se acuerdan de Franco ellos!! Bueno, y algunos nostálgicos". Para el exdiputado de Cs, esto son sólo 'algunos nostálgicos'...:
"Ellos en el fondo, quieren convertir a todos aquellos que no son del populismo radical, separatismo palurdo y grosero, en fascistas. Pero que no se preocupen, un día los fascistas serán ellos", decía Cañas con rabia contenida:
Comparto al 100% las palabras que le dedica @jordi_canyas a @gabrielrufian y ERC o lo que es lo mismo... a los GOLPISTAS. pic.twitter.com/iZsFkiubR7
— Raúl Gallart Pérez (@Gallato7) 22 de noviembre de 2018
¿Y el resto de palmeros de la mesa? Fieles a su papel, haciendo chascarrillos manidos y recurrentes sobre el apellido de Rufián y "la gentuzilla de baja taverna que está con él. El adjetivo que según la RAE es persona sin honor perversa y despreciable... es clavao. El apellido hecho hombre", "Vive de hacer el payaso en las Cortes", "Es un personaje despreciable. Busca en la Academia de la lengua si también es 'excesivamente tonto, estúpido o lelo'", decían otros tertulianos como el presidente del PP de Leganés, Miguel Ángel Recuenco, o Jorge Campos, presidente de Actúa Baleares. Y todavía iban más allá tirando de RAE: "La segunda acepción es 'hombre dedicado al tráfico de la prostitución'... esperemos que no sea este su caso. Si se dedicase a esto, éxito garantizado". Es decir, estaban insinuando que es un proxeneta, o chuloputas, en jerga Intereconomía.
Pero Cañas no está dispuesto a que 'los árboles impidan ver el bosque': "La estrategia de Rufián es denigrar las instituciones, humillarlas. Quiere reducir las Cortes a su propia imagen. No nos quedemos en la anécdota de un indigno, zafio, mal educado, matón barato, macarra de whiskería, palurdo, ordinario". Y remacha el clavo de la frase de Borrell, añadiendo un elemento más en la ecuación: "Ha llenado el Congreso de serrín, estiércol... y orina. Eso es Esquerra Republicana".