Rinconete y Cortadillo es una obra de Cervantes que se incluye en las Novelas ejemplares y que explica las desventuras de dos jóvenes andaluces que se ganan la vida robando y delinquiendo para ganarse la vida en una sociedad corrupta durante el siglo XVI. Así es como ve Jordi Cañas a dos personas -especialmente a una- que siempre están en los pensamientos del exdiputado de Cs, los diputados de ERC en el Congreso, Joan Tardà y Gabriel Rufián.

ERC

La semejanza con los ladronzuelos salidos de la mente del manco de Lepanto le ha venido a la cabeza a Cañas después de ver lo que pasaba en un restaurante donde fueron a cenar los dos políticos republicanos. Sentados en la mesa, después de haber pedido los platos, el camarero les pregunta por lo que tomarán de beber, y Tardà, a pesar de los años que lleva trabajando en Madrid, suelta una frase propia del lenguaje catalán, sin que le venga a la cabeza la traducción simultánea al castellano. Un lapsus habitual cuando alguien acostumbrado a pedir "vi negre" en Catalunya quiere pedir una botella de "vino tinto", por ejemplo, en Madrid.

@jordi_canyas

"Maravillosos Seres de Luz, llamados a evangelizar tierras allende del Ebro, avanzados cultural y genéticamente descubren, perplejos, variedades exóticas y arcanas del “vino negro”. Eso o una versión moderna de Rinconete y Cortadillo, elijan", escribe Jordi Cañas en un tuit que han aplaudido rápidamente sus seguidores despreciando de paso a Tardà y Rufián:

Ya lo saben Rufián y Tardà: a partir de ahora, cuando necesiten a un sumiller, que llamen a Cañas.