Nunca es buen día para hacer unas declaraciones controvertidas sobre los asalariados, pero todavía menos el 1 de mayo, Día del Trabajador.
Esto ha pasado con Jordi Cruz, reconocido cocinero catalán, además de juez en el programa Masterchef (TVE).
Todo empezó con un artículo de El Confidencial, que hablaba de la "miseria" de ser becario de prestigiosos profesionales como Ferran Adrià o David Muñoz.
En el mismo texto, se explica que en el restaurante ABaC que tiene Cruz, en torno al 50% de los aprendices trabajan sin cobrar.
Si eso ya había enfadado a no poca gente, mucho más sus posteriores declaraciones: "Podría tener sólo 12 cocineros contratados y el servicio sería excelente, pero si puedo tener 20, será incluso mejor. Las dos partes ganan. Es un 'tú me das tus manos y yo te enseño".
"Si tuviera que pagar a toda la gente que trabaja para mí, el negocio no sería viable"- Jordi Cruz.
— Anacleto Panceto (@Xuxipc) 1 de mayo de 2017
Si él solo lo dice todo.
En el restaurante de Jordi Cruz te hacen quitar la mesa y fregar los platos al terminar.
— Dani Bordas (@DaniBordas) 1 de mayo de 2017
Jordi Cruz:
— Supel Latón (@Supel_Laton) 1 de mayo de 2017
"Es un privilegio. Aprendéis de los mejores. Cuando acabéis esta pirámide podréis construir la vuestra dentro de 75 años jajaja" pic.twitter.com/QjgA8Uy5ux
La gente todo indignada por lo de Jordi Cruz, pero en el mundo de la cocina eso es lo más normal del mundo.
— Nαcнo (@Rohirrim35) 1 de mayo de 2017
El cocinero catalán lo sentencia con esta frase: "Un restaurante Michelin es un negocio que, si toda la gente que hay en cocina estuviera en plantilla, no sería viable", justificando el hecho de que supuestamente algunos trabajadores no cobren.
.@JordiCruzMas Ahora todo se ve con perspectiva. Dos noticias siempre se entienden mejor juntas: pic.twitter.com/Hmwp75qy0I
— Los Chikos del Maíz (@chikosdelmaiz) 1 de mayo de 2017
Las declaraciones todavía han tenido más críticas -hasta llegar a ser Trending Topic- por una reciente noticia sobre Cruz, quien se habría comprado, con su chica, un palacete por valor de tres millones de euros.