Jordi Cruz se encuentra en un momento profesional muy dulce. El chef del ABaC acaba de recibir su tercera estrella Michelin, un premio que llega después de triunfar con una exitosa temporada de Masterchef celebrity. Y ahora se ha convertido en el protagonsita del Chester de Risto Mejide, donde se ha abierto en canal.
Tomando el relevo de la comentadísima entrevista a Pilar Eyre en la que aseguró que el rey Juan Carlos I tendría una hija secreta, el cocinero ha sido el siguiente en soltar un titular tras otro.
Una entrevista en la que ha mostrado su cara más sensible, dejando atrás la imagen de jurado duro que ha mostrado a lo largo de su participación en el concurso culinario. Él mismo, de hecho, ha hablado de su papel en Masterchef: "Yo nunca he hecho comunicación ni periodismo, pero entendí que tenía que dar el producto que ellos querían. Al principio Pepe Rodríguez quiso ser el duro, pero siendo tan tierno era imposible. Me di cuenta de que el único que tenía aquella capacidad era yo. Además, no soy nada gracioso. Nadie me dijo que tenía que ser el antipático, pero vi que me enfocaba más la cámara y yo quería cámara".
Su faceta narcisista está en boca de todos desde hace tiempo. Pero también ha querido comentarlo: "Nunca me dijeron guapo antes de Masterchef. Pasé de ser uno gordito gracioso al guapo. Me apetecía ponerme en forma. Y pensé que si me ponían en la portada de Men's Health tenía que trabajarme a tope".
Pero la polémica con los becarios que protagonizó era uno de los temas que se tenían que tratar, y Risto no ha dudado al preguntarle al respecto. Y es que unas declaraciones en las que parecía que defendía que los becarios no cobren le costó muchas críticas: "Lo que se publicó es una cerda mentira. Nunca lo llegué a decir. Además el diario esperó al día del trabajador a publicar la noticia. Llegaron a publicar que me había comprado el palacete de tres millones de euros con mi pareja aprovechando la polémica de los becarios. ¿Y sabes quién vive en aquel palacete? Mis estudiantes en prácticas", ha confesado contundentemente.
Palabras controvertidas aparte, también ha querido hablar de algunos traumas de infancia. Su padre se ha convertido en uno de los protagonistas de la entrevista, emocionándose al hablar de ello. Cinco años después de su muerte, Jordi Cruz ha confesado que siempre tenía tendencia a estar enfadado: "Yo soy de silicona. Tengo la misma enfermedad que mi padre, no saber sentir. Nunca me dijo te quiero, ni yo a él. Vi cosas que no quería para mí y que las tenía dentro. No quiero ser como mi padre".
El Jordi Cruz ladrón
El cocinero se ha visto cazado por Risto cuando ha destapado que sabía que había delinquido. Y es que Cruz robó un neumático cuando era pequeño: "Un día, con otro tonto, fui a robar neumáticos. Me uní con mi hermano, mi hermana y mi cuñado. Mi hermano y yo éramos dos idiotas y cuando estábamos en pleno trabajo llegó la Guardia Civil. Nos pillaron. Cuando llegué a casa, a mi madre se lo había explicado un amigo de la familia que era guardia civil, y me dio un hostión". Pero además, volvió a robar cuando cogió 10.000 pesetas a su madre para comprar golosinas a todos sus compañeros de clase, un delito un poco más dulce.