¿Qué hay mejor en la vida que ir a comer a un restaurante? Probablemente pocas cosas. El hecho de poder disfrutar de un buen plato servido al milímetro por un cocinero profesional es otra cosa. De hecho, comer es uno de los placeres de la vida y si se hace bien, todo tiene un sabor todavía mejor. Si nos ponemos a analizar el panorama de cocineros, encontraremos a muchos catalanes que triunfan y su nombre es conocido más allá de las fronteras: Nandu Jubany, Ferran Adrià, Joan Roca... Parece que los chefs que han nacido en Catalunya tengan facilidad para conseguir este don. No dudamos de la calidad de cada uno delante de las cocinas, pero si nos tenemos que quedar con un para que nos haga de jurado en un programa de televisión, imaginamos que todo el mundo tiene en la cabeza a la misma persona: Jordi Cruz.
El cocinero se ha convertido con el tiempo en una de las caras más representativas de TVE y es normal porque el programa 'MasterChef' gusta. Hace cosa de dos semanas vimos la última emisión de la temporada de 'MasterChef Celebrity', que ganó merecidamente Inés Hernand. El chef catalán, a veces criticado por su papel como jurado, ya se ha acostumbrado a aparecer delante de las cámaras y cada vez que lo enfocan parece que esté en su salsa. Ya hace 11 años que el cocinero fue llamado para valorar el talento de los participantes del programa, pero nos da la sensación que lo vemos, incluso, desde hace más tiempo. Por si alguien no tiene bastante con ver su faceta más crítica, el chef ha aparecido en un pódcast donde ha revelado alguna confesión muy personal.
Acompañado de Vicky Martín Berrocal al A solas con, Jordi Cruz ha confesado, sin pelos en la lengua, sus secretos en la cama. La pregunta de la entrevistadora es clara: "¿Orgasmo gastronómico u orgasmo sexual?" y más clara es la respuesta: "Sexual, hombre, déjate de rollos". El cocinero sigue explicándose: "A mí me sorprende cualquier cocina bien hecha... Una lechuga bien aliñada, crujiente y rica, con un buen aceite ya me sorprende. Me hace flipar, pero no tengo ningún orgasmo". Bien, quizás comparando una cosa con la otra, comer no es tan placer de la vida: "El orgasmo es otra cosa". Después de una curiosa conversación sobre los orgasmos fingidos, Berrocal le afirma una cosa que lo hace pensar: "A ti te habrán fingido a lo mejor". El chef no tiene pelos en la lengua: "Yo intento ser muy bueno en lo que hago, soy muy exigente, eh". No hace falta que lo jure, lo confirmamos en cada programa de 'MasterChef'.
Jordi Cruz le acaba de poner la sal que le faltaba: "Me encanta dar placer. Lo supedito al mío propio. Yo cuando la pareja con la que estoy haciendo las cositas está disfrutando... Esa cara de placer me pone to' loco..." No hace falta que os imaginéis la cara que pone, para que nos entendamos, la que podría poner cualquiera cuando prueba un buen plato de la comida que más le gusta. El cocinero no puede aguantar imaginárselo: "Búa, a mí es lo que me hace disfrutar". Las declaraciones son espectaculares porque no nos imaginábamos al catalán tan exigente en la cama como lo es en la cocina. Al final, tanto en la gastronomía, como en el sexo, cuando un plato está bien hecho, sobran las palabras.