José Mari es una persona venenosa. No lo dice este redactor, sino Jordi Cruz, que después de dieciséis semanas de grabaciones y de ver las triquiñuelas del aspirante mallorquín para pisotear a sus compañeros, ha estallado contra él en plena semifinal, antes de enviarlo de hacia la prueba de eliminación que lo ha acabado sentenciando con lo que hacía tiempo que merecía: la expulsión del programa.
En la prueba de exteriores de este lunes, los seis semifinalistas tenían que cocinar repartidos en dos equipos. Por una parte, la capitana Ana, que escogía los menús, con José Mari y Andy. De la otra, Alberto, Iván y Luna, sin ningún capitán. Y la madrileña se ha decantado por una sopa de cangrejo rebozado con tempura que era complicadísima y para la que no tenían bastante tiempo. Se ha dado cuenta de ello a media preparación, y su compañero José Mari estaba allí no para ayudarla y animarla sino para intentar hundirla de manera definitiva. Que si el plato era demasiado difícil, que si se ha equivocado cuando ha hecho la elección... la estrategia desestabilizadora que ha seguido durando todo el reality para destruir los ánimos de sus contrincantes y cargárselos uno a uno. Lo que pasa es que Ana ya estaba automáticamente en la final porque había ganado la primera prueba de la noche, y el juego sucio del concursante isleño sólo podía irle a la contra a él mismo. Jordi Cruz lo ha visto todo y por fin ha parado los pies al manipulador José Mari. "Cada vez que salgo por ahí, este hombre empieza a comerte el coco. Esta mujer se ha bloqueado hace dos minutos. Y ahora mismo, en mitad de la crisis, tú le estás diciendo ‘te has equivocado de menú’. Te está calentando el coco, te está restando. Tú lo que tienes que decir es ‘callar, currar y correr’".
Tirón de orejas a José Mari que ha continuado en el turno de valoraciones. "Lo que tú haces es malmeter. Que intentes desestabilizar a Ana diciéndole que soy un exagerado, que os da tiempo de sobra… eso está feo, feo, feo". Él iba diciendo "no es cierto, no he dicho eso", pero el chef catalán le tiene las medidas tomadas y no se ha mordido la lengua a la hora de ponerle los puntos sobre las íes: "La suerte es que a estas alturas ya nos conocemos y no espero que reconozcas nada de lo que digo (…) No era un momento para envenenarla diciéndole ‘te has equivocado, has metido la pata’. La has envenenado diciéndole que se equivocaba y las has envenenado diciéndole que yo le estaba dando consejos erróneos. En cualquier caso, yo a estas alturas no tengo nada que demostrar ya. Pero tú sí. Y lo harás en la prueba de eliminación". El aspirante, en la cuerda floja. Y ha acabado cayendo. Al mismo tiempo, por cierto, que su compañero Andy era nombrado segundo finalista.
El mallorquín no ha llegado a la final por bien poco. Después de un montón de semanas con el pin de inmunidad, que le ha permitido pasar de programa en programa de manera discutible, esta vez se ha quedado a las puertas. Alberto, Iván, Luna y él mismo han preparado unos postres para evitar la expulsión y hacerse un lugar en la final. Última prueba de infarto. Los nervios han podido con José Mari, poco acostumbrado a jugarse el tipo en Masterchef, y se ha visto sobrepasado. Los mejores han sido el catalán Alberto y el gallego Iván. Los peores, Luna y José Mari. Este último, sin nada que hacer. Acumulación de errores que los jueces no han perdonado y que han provocado que lo echaran. El veneno, bien lejos de la cocina para evitar que siga contaminando a sus compañeros.