Masterchef continúa con éxito sus noches de lunes en TVE.

Hay que decir, sin embargo, que la nueva edición del talent culinario, con anónimos nuevamente, en la edición que hace 13, según ellos, 12+1, por aquello de la mala suerte, no ha podido huir precisamente de eso, de la mala suerte, tal como se ha visto en el programa de este lunes. Uno de los concursantes, en la primera prueba, en plató, ha empezado a sentir un dolor muy fuerte de espalda y lo han tenido que trasladar al hospital rápidamente. Unos dolores que tienen su origen en un accidente que sufrió años atrás, de joven, y que finalmente han provocado que el concursante haya tenido que abandonar, veremos si de manera definitiva.

Conmoción en casa por parte de los espectadores y conmoción en plató por parte del resto de concursantes, de todo el equipo técnico y del jurado, unos Pepe Rodríguez, Samantha Vallejo-Nájera y Jordi Cruz. El chef de Manresa, una vez se lo han llevado en el hospital, se dirigía al resto de concursantes, antes de ver cómo el afectado enviaba un mensaje tranquilizador:

Con motivo de esta nueva temporada, la revista Lecturas ha querido recordar algunas de las declaraciones más impactantes del cocinero catalán y jurado de Masterchef, algunas de las frases que nos han dejado impresionados, cuando lo han entrevistado en diferentes programas. Por ejemplo, una conversación con Risto Mejide. Por ejemplo, la confesión que de joven, era una pieza: "He hecho muchas... Robé dinero a mi madre para comprar chuches para los chicos de clase. Siempre era el último, el borrico, y buscaba el cariño, tener amigos. De las tres hostias que me ha dado mi madre en mi vida esa ha sido una. U otro día que nos fuimos a robar neumáticos; y cuando tendría unos quince años y una chica muy mona me dijo que fuéramos a tomar algo. Nevaba un montón y a la una del mediodía suspendieron las clases. Yo llegué a casa de noche... ".

Cruz habla de su familia, y lo hace abriendo el corazón y mirándose en el espejo. Habla de la madre, y ha hablado del padre: "Mi madre es un referente. Mi padre con doce años estaba en una fábrica, curró todo lo que pudo por hacer felices a los demás y creo que se frustró y se enfadó con la vida. El padre que yo conocí en los últimos años era un padre con tendencia a estar enfadado. Si le sumas que no fueron años fáciles, seis hijos... Mi madre ha regalado su vida a la familia. Es una heroína y quiero corresponder su sacrificio".

Jordi se ve reflejado en algunas de las cosas que hacía su difunto padre, sobre todo, hablando de sentimientos y admite que "Tengo la misma enfermedad que mi padre, que a veces no sabes sentir. Nunca me dijo 'Te quiero'. Ni yo a él. Si alguna vez he rezado fue por decir ‘te quiero’ a mi padre antes de que muriera. Tenía alzhéimer y el día que murió yo hice la última guardia. Miré en esos ojos en los que ya no había nada y pude decirle: 'Te quiero'. Murió a las dos horas. Espero que lo escuchara. Él no tenía la habilidad de ser cariñoso y seguro que lo era. A mí me pasa lo mismo, me cuesta mucho expresarme. Le debo mucho a mi padre porque supe que no quería ser así, como él".  Un recordatorio sobrecogedor.