Queda poco para que los fans de Masterchef volvamos a tener una nueva ración, y nunca mejor dicho, de uno de los programas más exitosos de la televisión. Dentro de unas semanas tendremos una nueva edición de concursantes anónimos, que contará, como siempre, con los tres chefs miembros del jurado, Samantha Vallejo-Nájera, Pepe Rodríguez y Jordi Cruz. El catalán es uno de los hombres más deseados de la televisión, temido por los concursantes por sus valoraciones, pero de quien todo el mundo dice que es un trozo de pan, y que cuando se pone seriote, es solo una fachada, que detrás se esconde un corazón gigante. Cosa que ha demostrado en Planeta Calleja, dónde se ha abierto en canal al lado del presentador. Un Jordi Cruz más íntimo que nunca, hablando, por ejemplo, de la fría relación con su padre.
"Mi padre era Federico. Murió hace unos años, pero él ha gozado. Vivió muchas cosas que no le dejaban ser feliz". Una relación tirante que lo afectó en sus primeros años de vida, y que hicieron que se menospreciara cuando era pequeño: "Cuando yo era pequeño pensaba que era malo, que no era un buen estudiante. Él no hizo nada para que yo me sintiera mejor… De hecho, no me hacía ni caso". Su percepción cambió cuando murió: "Cuando murió, encontré en su despacho una carpeta llena de recortes de periódico que hablaban de mí. Allí entendí que nada puede reprochar a una persona que no sabe transmitir emoción. Mi padre nunca me dijo “te quiero” y yo lo hice por primera vez horas antes de que muriera”.
Cruz, intimísimo. Hablando de su padre y hablando de su pareja, la brasileña Rebecca Lima. Y emocionando a sus fans. Sobrecogiendo por lo que ha explicado de su padre y emocionando por cómo se deshace hablando de su pareja. Bueno, de ella y de las anteriores. Aunque algunos dicen de él que es un tarambana, que es un verso libre y que le gusta ir de flor en flor, sabedor de su sex-appeal, encanto y morbo, nada más lejos de la realidad: "Yo he tenido una chica 14 años, otra chica 8 años. Yo no he sido un golfo, por mucho que se haya pensado eso, yo nunca he sido un golfo". Con Lima llevan cuatro años y están enamoradísimos, cada día más. ¿Como ve el futuro con ella? ¿Habrá pronto a un/a pequeño/a chef en la familia? ¿Sonarán campanas de boda? Paso a paso. Porque tal y como dice el chef: "Yo soy Peter Chef, como Peter Pan. Me ha pasado el tiempo tan rápido y me lo he pasado tan bien, que yo me creo que tengo 25 años". Y es que antes de un bebé, tiene que venir la boda y el Sí, quiero, ya que Rebecca es muy tradicional y quiere ir paso a paso: "Ella es que tiene una obsesión con la piedra y todo ese rollo".
Con Rebecca, el corazón de Jordi está tranquilo, en paz y enamorado. Pero ha habido momentos que no funcionaba del todo bien. Tal como él confiesa, “Llevo un par de años trabajando el tema del estrés porque estuve muy jodido, hasta el punto de tener que medicarme porque era muy bestia. El problema es que el estrés me provoca problemas físicos en la espalda. Un día sentí un mal en el pecho y me preocupé… Pensaba que podía ser algo del corazón, pero era un ataque de ansiedad. El estrés me ha pasado factura en todos los aspectos de mi vida". Y no sabemos si estuvo muy estresado o no el día que visitaba su restaurante alguien tan importante mundialmente como Bill Gates. Pero el magnate de la informática tuvo un comportamiento miserable: “Hace un tiempo vino Bill Gates al restaurante con todo su equipo. Bill cerró el restaurante solo para él. Le teníamos preparado lo más grande para comer. ¿Y sabes qué hizo Bill? Se pidió un refresco y se fue... ¿Tú crees que tienes que cerrar un sitio bonito para venir y tomarte un refresco de cola?”.
Lamentable. Seguro que Gates no será ninguno de los invitados a su boda con Rebecca Lima, que ojalá sea más pronto que tarde.