El caso Rubiales ha sacudido un avispero, el de los comportamientos y abusos machistas. Un tema lo bastante grave para no hacer bromas, pero hay de todo en este mundo. Tenemos nuevos humoristas en la materia, sus nombres les sorprenderán. O no. Porque a pesar de la etiqueta de ser líderes de un programa de televisión blanco, su trayectoria con respecto a la incorrección, a meterse en charcos y a enfurecer al personal es legendaria. ¿Quiénes son? Los jurados y presentadores de 'Masterchef': Jordi Cruz, Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo. Acaban de presentar la nueva edición de la versión de famosos que empieza esta noche y han provocado tanta vergüenza que incluso su productora, Banijay Shine Iberia, ha tenido que pedir disculpas.
Se ve que el trío calavera encuentra muy divertido que el presidente de la Federación española de fútbol besara en la boca a la jugadora Jennifer Hermoso durante la entrega del trofeo como campeonas del mundo. "Un piquito" nunca consentido, lo mires como lo mires. Cruz, la primera en el frente: "Se puede jugar un gran Mundial y que al final sólo se acabe hablando de una chorrada". Tuvo que recoger cable justo después, como recoge Vertele, diciendo a los periodistas que cubrían la presentación en el FesTVal de Vitoria-Gasteiz "creo que todos habéis entendido el concepto "chorrada", ¿verdad?" En vez de dejarlo correr, de pasar de puntillas e incluso de cerrar la boca, el catalán lo ponía en bandeja: "Creo que se ha hablado demasiado del beso de Anabel, y poco del que me dio Tamara Falcó". Ejemplos que no tienen nada que ver. Y a partir de aquí, sin frenos.
Pepe Rodríguez: "¿Y no lo has denunciado eso?" Venga, que vamos bien. Samantha, la nieta del Mengele español: "En MasterChef nos hemos besado desde el primer día". Rodríguez, el moderno: "Tenemos miedo por esta temporada porque nos hemos dado cien mil picos, ¡con la que ha caído!" La chef confirma: "Ha habido muchos picos. Con Jesulín. Todos nos hemos besado". Cruz: "Todo lo del beso tenía que haber pasado antes de la grabación, porque nos hemos hinchado". Pepe: "Ha sido la edición de los picos. Sin saberlo, sin saberlo. Y ni hecho a sabiendas. La que nos va a caer. Jesulín va a prisión". Samantha pone la guinda: "Quieren llamar a Rubiales para el año que viene". Risas enlatadas. Claro que sí, máquinas. Ríe todo el mundo menos su productora, abochornada: "Ante las declaraciones realizadas ayer en la presentación de Masterchef Celebrity 8, Shine Iberia lamenta profundamente los comentarios desfortunados que tuvieron lugar durante las entrevistas, en ningún caso los justifica, y condena rotundamente cualquier conducta de violencia sexual".
Entendemos que Cruz y cía necesiten hacer ruido para vender el pescado, cada año es más difícil. Se juegan mucha pasta, 130.000€ por barba por cada edición del talent culinario. Multipliquen eso por la versión de anónimos, niños, famosos, animales, extraterrestres y marionetas: tienes que servir muchos menús en tus restaurantes 7 estrellas Michelin y coger a muchos becarios para igualar la oferta. Pero si esta es la estrategia... se atormenta una vecina. Los están lapidando. Contamos los minutos para oír sus llantos y gemidos victimistas, por cierto.