Hace tiempo que Barcelona se parece cada vez menos a Barcelona. Al igual que pasa en muchas otras capitales europeas, si vas por según qué calles, puedes tener perfectamente la sensación de que estás en una calle cualquiera de otra ciudad. La identidad se está perdiendo, una identidad que a menudo venía dada gracias a su fachada, a su aspecto, en pequeños comercios únicos en el mundo, característicos de la capital catalana, historia viva que dentro de sus paredes podían explicar mil y un recuerdos y momentos llenos de nostalgia. Pero cada vez más, eso se ha acabado. Los locales emblemáticos van cerrando de manera masiva. No hay día que no nos despertemos con un establecimiento histórico que cierra el chiringuito. Y el presentador y periodista de TV3 Jordi Eroles ha dicho que ya basta.

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Jordi Eroles / X

El bueno de Jordi alza la voz cuando alguna cosa le hierve por dentro, cuando siente que tiene que hablar claro y catalán cuando a su alrededor hay cosas que chirrían, a menudo, relacionadas con la lengua, nuestra lengua catalana. Y ahora no ha sido una excepción. ¿Por qué? Porque se ha indignado al saber de una nueva y triste noticia, el cierre de una tienda icónica del centro de Barcelona, en Ciutat Vella, un local que seguro que muchos habéis visitado cuando caminando hacia la Plaza Catalunya o la Catedral, desde la Via Laietana, habéis tropezado con esta maravilla: Stock Llibres, la librería de segunda mano donde podías encontrar libros seminuevos o verdaderas antigüedades, así como libros raros y curiosos. Una joya para los amantes de la lectura y los establecimientos con encanto.

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Como ellos pregonan, "Aunque no solo encontraréis libros, también venden todo tipo de antigüedad. ¡En su interior podrás encontrar música, películas, juguetes, postales, e incluso artículos de coleccionismo! Una buena opción tanto si queréis comprar objetos de segunda mano como si queréis venderlos"... Pero eso se ha acabado. Porque cierran, desgraciadamente. Como dice el periodista Marc Piquer, "Stock Llibres lanza la toalla. La librería de 2.ª mano bajará la persiana el 29 de junio después de 35 años. "El cambio que se ha producido en el centro, así como el aumento de los gastos y el alquiler, hacen imposible nuestra continuidad". MALDITO CAMBIO". Y tan maldito.

Jordi Eroles, harto, ya se ve a venir en qué se convertirá. Un futuro penoso, sin personalidad... y sin catalán. Según el periodista, ahora en el Tot es mou, "La librería será sustituida x una cafetería x expats con cafés a precios prohibitivos, con "brunch" a base d tostadas y aguacate; o x un establecimiento d productos d Maria; o carcasas d móvil; o cualquier tontería q puede haber en todas las capitales del mundo. Eso es ahora Barcelona", dice con todo el sarcasmo y la pena del mundo. ¡"Ah, y, evidentemente, todo en inglés"!, lamenta.

Ojalá se equivoque. Lo que ya no tiene remedio es, por desgracia, el adiós a esta icónica librería.