La última entrevista de Pau Donés se emite desde el 30 de septiembre en el cine, después de su estreno en el Festival de Málaga. Una conversación con Jordi Évole grabada en la Vall d'Aran, que el periodista de Cornellà de Llobregat ha titulado como la última canción del cantante: Eso que tú me das. Él mismo la define como "una charla muy vital", de la que los espectadores pueden aprender. Y es que aunque el vocalista de Jarabe de Palo sabía que le quedaban pocos días, hizo de aquellas últimas palabras con el presentador una verdadera lección de vida. Asimismo lo ha explicado en TV3, hablando con Eloi Vila en el programa Al cotxe!.
Es útil ver cómo Pau se enfrenta a la muerte y qué balance hace de la vida, que en su caso es muy positivo. Es una manera de mirar la vida que a cualquiera de nosotros nos puede ayudar. Algunas de sus frases son como un medicamento que tendríamos que tomar cada 8 horas", reflexiona Évole. El documental se grabó pocos días antes de morir Donés, el 9 de junio. Pero incluso en aquellos últimos momentos quiso dejar registrar un canto a la vida para que los espectadores aprendan a disfrutar de cada día, de cada instante. Como ya sabía que no llegaría a ver la película estrenada, el presentador recuerda con media sonrisa que bromeaba: "Te ahorrarás todas las criticas y los comentarios en las redes. Me miró y me dijo que le daba igual, que el qué dirán no le importaba nada. Y esta libertad de que no te importe lo que dirán es básica para ser feliz".
El documental se grabó en un solo día. Por la mañana, en la casa de Donés en el Pirineo. Y por la tarde, arriba de una montaña. Antes de todo, la llamada que con la que surgió la idea: "Me dijo que le daban el alta en el Hospital Moisès Broggi. Le dije que qué bien. Y entonces me respondió que se la daban porque quería ir a la Vall d'Aran a morir. 'Ahora ya está. No sé si serán dos semanas o un mes, pero la cosa está así', decía. Lloramos mucho". Fue en aquel momento cuando lo invitó a grabar una última entrevista con él. "Yo digo que sí enseguida y después me asesoro. Llamé a su oncóloga, y me dijo que si Pau me había pedido aquello lo tenía que hacer, porque era una persona que había dado visibilidad a la enfermedad en todo momento, y lo que era bastante insólito era que quisiera darle la misma visibilidad en los últimos días, porque eso no pasa. Y es muy bueno que se visibilice, porque también es la realidad y nunca lo vemos". Mucho más delgado de lo que era habitual y con la voz apagada, Évole confiesa sus dudas y temores iniciales de antes de la grabación: "Yo iba a la entrevista con mucha precaución. Le dije si le importaba salir en aquellas condiciones delante de la cámara. Fue categórico. Me dijo 'tio, sigo siendo yo' (...) Él tenía miedo de que no pudiéramos grabar todo el rato que él hubiera querido, iba con prisa animando a todo el mundo, los cámaras, los realizadores...".
Uno de los trabajos que más lo ha marcado, afirma Évole. "Subió él conduciendo su Jeep. Se tiene que ser genio y figura, porque iba con el gotero recostado en el asiento de detrás y condujo él. Muy bestia. Yo me despedí de Pau cuando acabamos la entrevista. Y era una despedida para siempre". Como un espectador más de la última función de Donés, el presentador se queda con el gran consejo que le dio antes de llamarse adiós: "Muchas mañanas pienso en él y lo que me dijo, en disfrutar de cada instante".