Espectacular retorno de Salvados a La Sexta: líder de audiencia en Catalunya, programa más visto por encima de 30 minuts, Masterchef y GH VIP. Y sin una entrevista inédita a un político sino a los discapacitados intel·lectuales de Campeones, la película más alabada del cine español. En España no fue tan bien recibido, hizo menos audiencia y quedó por debajo de los dos realities. Évole triunfa en su casa y fuera no es bien recibido por los ultras. No les ha gustado un fragmento dónde Évole pregunta "¿Estáis pendientes de la actualidad, de esos dos presidentes, Rajoy y Sánchez? y los jóvenes responden: "A mí Rajoy no me gusta un pelo", y otro dice "A mí me gusta Pedro Sánchez porque jugaba en baloncesto como nostros". Todo ternura excepto para la ultraderecha.
Hay que ser muy miserable para utilizar las respuestas espontáneas de personas con diversidad funcional para criticar a Évole y hacer creer que los escoge porque "coinciden con su línea editorial". Desde que ha surgido Vox y PP y Cs han ido hacia la derecha, las redes ultras no saben a quién votar. Están como las prostitutas de Dolors Montserrat: "desconcertadas":
También los molesta que en otro instante uno de los chicos critique a Donald Trump por racista. El icono del último tuitero es significativo: "Yo voto a Vox". El programa fue impecable, tierno, televisivo y necesario. Évole ha corregido el mal paso de promocionarse utilizando a Villarejo con unas campañas promocionales simplemente brillantes. Y en Catalunya ganar al todopoderoso 30 minuts está al alcance de muy pocos. Évole, profeta en su tierra.