La Roja ya está en cuartos de la Eurocopa de fútbol. El combinado de Luis Enrique se impuso a Croacia en un partido loco. 5 a 3 después del empate en tres en los 90 minutos y de una prórroga que hizo enloquecer a los aficionados de la selección española. Un partido alucinante donde hubo de todo y que ha desatado las aspiraciones de los seguidores españoles.
Luis Enrique y Morata / Efe
Y más, cuando tres horas después supieron que su rival en cuartos de final no será la temible campeona del mundo, la Francia de Griezmann, Benzema y Mbappé, que quedó eliminada sorprendentemente en otro partido épico al caer derrotada con Suiza en la tanda de penaltis, justamente, por un lanzamiento fallado por la estrella del PSG que pretende fichar el Real Madrid.
Kylian Mbappé y Francia, 'al carrer' / Telecinco
La selección suiza, rival de España en cuartos / Telecinco
Por lo tanto, el pase a semis se lo jugarán los españoles y los suizos. Inmediatamente después de saberse el emparejamiento, mofa máxima en redes protagonizada por alguien que vive a caballo entre los dos países, el rey Juan Carlos, que con la boca grande se siente español, pero con la pequeña, piensa más en las cuentas de las sucursales bancarias suizas. Uno de los que ha verbalizado una humillación más demoledora hacia la monarquía y la derecha española ha sido Jordi Évole. El periodista catalán tardó muy pocos segundos en sulfurar al personal con su comentario: "Suiza-España. Evasión o victoria. Algunos españoles y muy españoles con el corazón dividido". Sopapo a Rajoy y su famosa frase. Y evidentemente eso de Evasión o victoria no va por la maravillosa película de John Huston con Stallone, Michael Caine y Pelé, sino por la tendencia patria de tener cuentas sospechosas lejos de España.
Aficionados derechosos y borbónicos sulfurados en cero coma. Se han indignado más rápidamente que el tiempo que tarda Morata en fallar una ocasión de gol. La red se ha llenado de insultos y comentarios lapidando a Évole por osar tocar la monarquía y los chanchullos de la derecha:
Hooliganismo en grado máximo.