Jordi Évole regresa este domingo 21 de octubre a La Sexta con su Salvados. Después de un largo periodo de vacaciones, el periodista catalán está concediendo entrevistas a diferentes medios para avisar de su retorno. Esta semana, por ejemplo, estuvo con Pablo Motos en El hormiguero, con quien habló del "tacto" que se le tiene a VOX: "Resulta que sale un partido de extrema derecha, y lo único que dicen es: 'no... el líder es amigo mío'... ¿Qué pasa, que por un puñado de votos no etiquetas al fascismo, que es como lo tienes que llamar?". Unas declaraciones que provocaron la furibunda reacción de algunos partidarios del partido de ultraderecha, que le insultaron diciéndole "Basura, loco, terrorista, hijo de puta, gilipollas, chusma, mugroso...".
Aparte de las entrevistas televisivas, Évole y su equipo han hecho una campaña publicitaria de la que todo el mundo ha hablado, con aciertos como pedirle a Rajoy para entrevistarle a través de un anuncio en las páginas del diario Marca, o grabar una autoparódica conversación con la exsecretaria general del PP, María Dolores de Cospedal. Otros spots, sin embargo, provocaron más controversia, como utilizar una conversación del excomisario Villarejo que sulfuró a algunos periodistas amenazados.
El director de Salvados, como decíamos, vuelve este domingo con un reportaje sobre los protagonistas de la exitosa película Campeones de Guillermo Fesser, una emotiva historia sobre un entrenador de baloncesto que tiene que entrenar a un equipo de disminuidos psíquicos, y que ha sido seleccionada por España para optar al Oscar a la mejor película de habla no inglesa.
Día de nervios.
— Jordi Évole (@jordievole) 21 de octubre de 2018
Día de estreno.
Hoy, 21:25, vuelve Salvados.
Con una lección de vida.
Gracias por estar ahí
Otra vezpic.twitter.com/cJYuu3f8xV
Para hablar de este estreno, pero sobre todo, de los programas que vendrán a continuación, Jordi Évole ha concedido una entrevista al Diario de Sevilla. Seguro que la conversación con los chicos de Campeones será muy interesante, pero muchos espectadores ya tienen ganas de ver el segundo programa de la temporada, el próximo domingo, titulado El dilema. Crónica de dos rupturas. Un programa dedicado a reconstruir las horas previas a la declaración de independencia del año pasado. "Los entresijos que no se contaron y la descoordinación que existió en el mundo independentista", dice el periodista. ¿Por qué dos rupturas? "Por la que hubo dentro de Cataluña y por la de Cataluña con el resto de España".
Comparando la situación en Catalunya de un año al otro, Évole piensa que "Está mejor si comparamos el clima entre un octubre y otro. Hay cierta intención por solucionar la situación, aunque será díficil mientras unos digan “referéndum” y los otros “no, no y no”", eso sí, tiene claro que "no debería haber presos preventivos".
Lo que también tiene claro es su sentimiento sobre Catalunya y el futuro que espera: "Yo no quiero la independencia de Cataluña, pero sí querría un reconocimiento diferenciado para Cataluña. Las vías de solución pasan porque destaquemos lo positivo del otro. Yo he viajado por toda España y defiendo un referéndum para Cataluña y nadie lo ha percibido con hostilidad. Yo me siento muy querido en todas partes y puedo dar mi opinión de manera libre".
Una España y una Catalunya donde convive una costumbre, según él, nada positiva: "Lo de destacar constantemente lo malo que es el otro no es precisamente positivo. Es bueno buscar un enemigo común, pero contribuye poco al diálogo. Debemos conocernos mejor. Hay tertulias muy crispadas, portadas muy tremendas. Todos tendríamos que bajar el listón". Un listón que no ha rebajado, sino todo lo contrario, el periodista del diario ABC Hermann Tertsch, que este domingo atacaba a Évole, Buenafuente, Julia Otero o Susanna Griso y a los muchos periodistas catalanes trabajando fuera de Catalunya, "Los buenafuente, los evoles, las grisos y compañía, sin escrúpulos y con dinero. Todos los medios nacionales están copados por locutoras y chistosos, analistas y presentadores, catalanes de profesión y de vocación antifacha y anticaspa", escribía Tertsch.
Un Tertsch que, quién sabe si tendría un papel en la serie televisiva que para Évole es el procés: "El procés ya tiene muchas temporadas y esta serie necesita un final. En toda negociación todas las partes tienen que ceder. El político valiente es aquel que le dice a los suyos lo que no quieren oír. Yo para terminar esta serie diría que todo fue un sueño de Antonio Resines", una referencia al capítulo final de la serie Los Serrano, donde aparecía su protagonista, Antonio Resines, y donde todo lo que había pasado las últimas temporadas, desde la muerte del personaje de Belén Rueda, había sido un sueño.
Seguro, sin embargo, que muchos catalanes querrían que el sueño del procés fuera un sueño de futuro, de deseo por cumplir, y no un sueño retroactivo sobre una realidad irreal vivida mientras se duerme.