Jordi Évole ha escogido la semana de los aniversarios para mover ficha. Para el primer año de la DUI emite un Salvados que En Blau ya ha visto sobre el dilema de Puigdemont entre la DUI y las elecciones. El domingo, mientras TV3 hace uno 30 minuts sobre la problemática de los residuos plásticos, Évole quiere comerse a la audiencia. Sólo ETB le planta cara con el documental sobre Los negocios del la Corona. Para el otro cumpleaños que le afecta directamente, los 40 años del diario El Periódico donde escribe, ha preparado otro tipo de celebración: anunciar que ficha por La Vanguardia. Una puñalada no sólo por| el hecho sino por la semana en que se anuncia: el aniversario de su ya exdiario.

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Évole mantiene una cordial conversación con otro fichaje de la cabecera de Godó, John Carlin, ex de El País. Sólo faltaba Maruja Torres. El periodista de Cornellà regala buenas frases: "Mediáticamente, el procés ha sido un negocio, un buen negocio para muchos. Una herramienta para tener audiencia. Y la hemos utilizado todos". O "Yo he sufrido el procés. Alguien me dirá: ¿sufrido? Sufrido los que están en la cárcel, evidentemente, o los que han recibido una ostia por votar el 1-O. Pero ha habido un tipo de agresividad que no es tan evidente, una presión ambiental muy bestia hacia los que vivimos aquí y no pensábamos que la independencia fuese una buena solución". I el definitivo "El independentismo intentó seducirme para su causa –yo era catalán charnego, además conocido en España y podía trasladar un tipo de mensaje que igual otro catalán no– y, ostia, yo he recibido guiños del estilo “por qué no vienes a este acto o te vamos a dar un premio”… Cuando descubrieron que a mí todo esto no me iba a hacer cambiar de opinión, pasé a convertirme en un traidor".

La Sexta

Évole forma parte de los periodistas que pueden cambiar de cabecera para poder seguir expresándose como quieren. Por muchos años, para él y para todos los que celebran aniversarios.