Cuatro días. Este es el tiempo que le queda a Isabel Pantoja en Supervivientes. Mejor dicho, es el tiempo que le resta a Paolo Vasile para ver cómo se desvanece su sueño de tener a la tonadillera arrastrándose por el Caribe. Un plazo que il capo de Telecinco le tiene que agradecer al presentador Jordi González, que protagonizó una bajada de pantalones épica para convencer a la Pantoja de aplazar su abandono hasta el jueves, día de expulsión. Una victoria pírrica para González y Mediaset, que tendrán que aceptar que los peores presagios se han convertido en realidad: La Panto les ha tomado el pelo. "No puedo seguir, esto me ha superado. He sido valiente para otras cosas y para esto no", se excusaba. Para la audiencia, no colaba. El presentador, sin embargo, no podía osar de dudar de su palabra. Estaban perdiendo a su fichaje estrella. Se ponía en marcha la operación "salvemos a la Pantoja".

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"Si quieres abandonar te vamos a dar las gracias por haber participado y te daremos la bienvenida cuando llegues a Madrid", llegó a decir González, antes de suplicar a la artista que no se marchara, al menos hasta que los espectadores decidan quién debe abandonar la isla (y la Pantoja es una de las nominadas). Qué diferencia de trato con las Azúcar Moreno, declaradas personas "non gratas" en Mediaset después de hacer la misma operación que la de Cantora. "¿Con lo que has pasado en tu vida, no puedes aguantar hasta el jueves?", continuó rogando del comunicador catalán. Mientras tanto, la Pantoja interpretaba el papelón de la noche, manos en la cara, lloriqueando, repitiendo que sus compañeros (que no la soportan) son maravillosos pero que la supervivencia le ha vencido. Fue tan insistente y se rebajó tanto que a la artista no le quedó otro camino: "Venga, vale". Cuatro días más que en el despacho de Vasile tenían sabor a gloria.

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"¡Grande!". González respiró aliviado, había conseguido detener el primer golpe. No importaba la imagen servil que acababa de proyectar frente a casi 3 millones de espectadores. "Te han hecho el lío", se escuchó decir a otra concursante, Mónica Hoyos. No, Mónica, "el lío" lo ha montado y lo ha ganado la Panto. Ha dejado que quemen en la hoguera de los cobardes a las Azúcar Moreno, y ella escapa unos días después hecha un mar de lágrimas, con el consuelo de la cúpula del programa y la adulación innecesaria del presentador, famoso por su fuerte carácter ante las tomaduras de pelo. Un carácter que esta vez se olvidó en el parking de Telecinco. Y es que Jordi sabe muy bien que este año "ay, ay, ay, Pantoja es lo que hay".