Jordi González tiene 60 años y nunca se ha callado nada. Todas las entrevistas que concede son buenas, y la última en El País aclara que no quiere la independencia de Catalunya. Está en el podio de los mejores, con Sardà y Buenafuente, pero González es el único que no vive en Catalunya. Ha pasado el último año de vacaciones entre Río de Janeiro, Miami y otros destinos paradisiacos, pero poco en Barcelona, donde todavía conserva su piso. Jordi González revela la razón por la que tomó una decisión muy cruda contra Catalunya. No la de marcharse a vivir a Madrid, esta era lógica: Telecinco se hace en Madrid. Durante un tiempo decidió seguir pagando impuestos en Catalunya pero se produjo una ruptura con su tierra que le hizo cambiar de idea, empadronarse en Madrid y dejar de pagar en Catalunya. Culpa a un president de la Generalitat, Jordi Pujol, a quién llama "sinvergüenza".
González es más hostil con Pujol que con los independentistas: "Un político no puede regañar a un periodista. El sinvergüenza de Pujol salía con cosas como el latiguillo: "No, eso hoy no toca". Era una forma muy zafia de negar el derecho de los periodistas a preguntar". Cuando Pujol reconoció que no declaró la herencia del abuelo Florenci, que evadía impuestos y cuando se sospechó que había más corrupción dentro de la familia Pujol, imputados todos en la Audiencia Nacional, Jordi González dejó de pagar mucho dinero a Catalunya. Lo explica con una frase muy cruda: " "Yo tributo mucho y el día que se descubrió toda la corrupción de Pujol decidí que no iba a poner ni un céntimo más allí. Me empadroné en Madrid, donde realmente vivía".. Adiós Catalunya.
González es ahora la estrella de TVE. Punto final a la opción que volviera a TV3. Este verano ha hecho a La 1 Lazos de sangre, le han encargado un programa de tardes contra Ana Rosa y podría hacer también acabar presentando uno como La noria los sábados por la noche a La 1. Queda claro que Jordi González está en sintonía con el PSOE. Contra los independentistas es más sutil, quiere el referéndum a pesar de no ser indepe. Eso le honra porque los contrarios a la independencia no quieren ni el referéndum. Dentro de la familia, Jordi González tiene un hermano independentista y no pueden hablar del tema. El independentismo rompe familias, decían. González responde claro:¿Que si el independentismo ha generado una fractura en mi familia? Yo no soy independentista. Mi hermano sí. Y hace años que no hablamos del asunto. Pero sí estoy a favor de que la cuestión se ponga a referéndum. Yo votaría no, pero me encantaría que me lo hubieran preguntado. Ahora ya no puedo responder". No puede votar el referéndum porque González ha quedado claro, está empadronado en Madrid.
En la entrevista con el diario pro-PSOE González huye de los lugares comunes. Hace autocrítica de sus gritos cuando presentaba El Debate de Gran Hermano: "He parecido un histriónico. Me pongo en los tímpanos del espectador y está ese grupo de nadies gritando todos en la vez, contaminando la emisión... Cuando he elevado la voz para pararlo me he dado cuenta de que parecía un histérico". La entrevista no supera la que concedió a EN Blau, un digital independentista, donde fue contra los indepes con sutil mala leche haciendo una comparación con mucha intención. Jordi González: "No soy independentista, como tampoco creo en los horóscopos".