Telecinco ha dicho basta a las críticas en el papel extraño de Jordi González en Supervivientes. El reality estrella del trimestre, el de los náufragos, está naufragando de audiencia. Rocío es un éxito tan fenomenal que empequeñece al concurso de Honduras que llena la parrilla. De los tres programas de prime time, el de Jorge Javier Vázquez jueves, el de Carlos Sobera martes y el de Jordi González domingo, Telecinco cancela el del domingo, la noche de mayor consumo televisivo de la semana. La más importante para los anunciantes y la cadena. El último domingo González hizo menos espectadores que una serie turca mala de Antena 3.

Jordi González mira el móvil el domingo, Telecinco

Los datos cantan. La serie turca Mi hija 2,6 millones de espectadores y Conexión Honduras 2 millones. La expectativa de Telecinco era liderar de largo y pierde, aunque mejora de madrugada. Soluciones Vasile: cancela Supervivientes y emite el domingo una película, la más promocionada de la historia de Telecino. A todas horas anuncian que harán Bohemian rapsody, la biografía de Freddy Mercury de Queen. Jorge Javier lo anunció disfrazado de Mercury, con bigote y de reina:

Jorge Javier de Queen, Telecinco

El programa de Jordi González pasa a emitirse los lunes, un día de menor consumo televisivo. Deja de ser la gran apuesta. Y con un handicap temible. Jordi González se enfrentará contra el mayor éxito de Antena 3: Mask singer. El concurso coreano delirante de famosos ocultos tras máscaras vuelve con una segunda temporada, ahora los lunes. La primera fue un éxito increíble. Vasile envía a Jordi González al infierno: competir con un coloso invencible y el día del estreno. Arturo Valls presenta un juego que engancha como una droga a la audiencia.

Mask Singer, Antena 3

Los muy fans de Supervivientes llevan semanas criticando la desgana, desidia y poco ánimo de Jordi González en el programa estrella de los domingos. El catalán es el mejor presentador de los formatos que él se inventa. Invencible. Pero los que son una franquicia lo aburren. Muy profesional, contrato de larga duración de cadena, tiene que hacer lo que le encargan. Y a su edad parece que los náufragos de segunda categoría le dan pereza. Ahora se tiene que comer el marrón. No le han hecho un cambio de día. Le han hecho una putada.