Telecinco ha cerrado la edición 2021 de 'Supervivientes', la menos vista pero la más polémica de la historia. El conflicto por la docuserie de Rocío Carrasco ha hecho mella sobre el reality y su desenlace: desgraciadamente para los defensores de Rociíto, la ganadora ha sido Olga Moreno, actual esposa de Antonio David Flores. No solo eso: también recibía la felicitación de los hijos a Rocío y David en el mismo plató, demostrando una alegría inmensa por el éxito de la andaluza. Y para acabar de arreglarlo, aunque no se hayan hecho públicos los porcentajes de las votaciones, se asegura que batieron el récord de mensajes y llamadas de pago para escoger a la vencedora. Olga arrasó. Es así.
El presentador de la gran final fue, de forma inusual, Carlos Sobera. No estaba Jorge Javier Vázquez, que curiosamente tenía función de su obra 'Desmontando en Séneca' en el Teatro Tívoli de Barcelona. El badalonés, presentador principal del formato, es un firme defensor de Carrasco. Su ausencia evitó una situación muy incómoda: tener que entregar el cheque a la enemiga del fichaje estrella de su otro programa, 'Sálvame'. La elección de Sobera, valor cada vez más consolidado en Mediaset, también suponía un 'sorpasso' a otra estrella de la cadena: Jordi González. El barcelonés lo vio desde su casa en Madrid.
La presencia de González en 'Supervivientes' no ha sido nada fácil. El 'Conexión Honduras' de las noches del domingo suponía su retorno a los platós después de meses de inactividad y rumores sin fundamento. Una reincorporación rechazada por parte de la audiencia de Telecinco: cada semana recibía críticas por lo que consideraban apatía, desinterés y malos humos durante la emisión de los debates. Jordi, sin embargo, está más que acostumbrado a sufrir este tipo de ataques, y no le hacen daño. Peor, seguramente, fue cuando se tambaleó su segmento: las bajas audiencias y la llegada de la Eurocopa de fútbol provocaron un baile de días de emisión y especulaciones sobre su cancelación. La elección de Sobera para conducir la gala definitiva era la guinda del pastel: parece que González ha perdido peso específico y galones en la parrilla.
Ahora bien, no se le ve muy preocupado. Ni por los ataques, ni por el programa. Siguió la final, claro, pero prestando mucha más atención al plato que tenía delante y que se zampó muy a gusto. "Qué maravilla", decía de la receta del Paraguay que lo deleitó: "Chipa guazú con vorivorí". O lo que es lo mismo, una especie de pastel salado y albóndigas de maíz. Una sorprendente elección que reclamaba todos sus sentidos.
Telecinco viniendo de Honduras, y Jordi González viajando al Paraguay. La distancia puede ser una metáfora del presente profesional del estimado Jordi, que merece un proyecto propio que lo haga brillar.