Xavier Sardà, sábado por la noche en La 1 de TVE, programa La gran confusión. Lucha por ser renovado. De momento quedan dos programas por emitirse y las audiencias no son brillantes. Sardà recupera su frase mítica en Crónicas marcianas. Detiene a una tertuliana y grita: "Tenemos a... ¡Jordi González!". Salen unas bailarinas, suena la música y aparece en plató el presentador de Telecinco que sigue haciendo un año sabático entre sus muchas casas. Miami, Brasil, Madrid y Barcelona. Aparece muy relajado. Son amigos desde que uno sustituyó al otro al frente del debate Moros y cristianos de Gestmusic. Los dos han trabajado en TV3 y son muy añorados. Paolo Vasile, el gran valedor de Jordi González, está fuera. Y González tiene conversaciones para volver a TV3, la TV de la Generalitat. De momento hace buena cara, lejos de los debates de los realities sin audiencia de Telecinco:
Jordi González y Xavier Sardà son muy similares, vistos por detrás son la misma persona. González reaparece en el programa de un amigo para hablar de mascotas, de sus perros, a los que habla en catalán: "Puja!". ¿Añora Barcelona? Según fuentes de TV3 adelantan en exclusiva a EN Blau, Jordi González se reunió con la dirección de TV3 el pasado mes de octubre. Lo hizo días después de aparecer en el programa de la noche del sábado, un buen día para hacer el programa de una gran estrella de verdad: Jordi González. De momento es un rumor que corre a la cadena. Coincidiría con su más que posible final en Telecinco, una cadena donde los programas de autor de Jordi González son imposibles de hacer. González ya ha ganado una fortuna en Telecinco, cobraba 600 mil euros para hacer a Moros y cristianos (100 millones de pesetas del año 1998). Ahora le toca volver a disfrutar haciendo TV.
Otro guiño a Crónicas marcianas es que un imitador imite al invitado. En Crónicas lo hacía Carlos Latre, aquí es Pep Plaza. El programa tuvo un gran momento, cuando Pep Plaza imita a Jordi González, sus broncas, sus tics, lo calca, y le hace la pregunta de en qué programa presentado por él se ha sentido peor, más incómodo. Jordi González: "Fue en Telecinco, se llamaba Díselo a Jordi, en el año 2007, un programa de testimonios, es un género complicado, hacer que la gente llore, era el momento importante y a mí me salía decir 'Por favor no llores'. Lo hacía mal y me decían 'Tienes que dejarla llorar". Por cosas como estas, su lugar ya no es Telecinco.
El momento de dos jordis gonzález y un Sardà fue un gran momento televisivo, brillante. González, el de verdad, se despidió confesando qué es lo mejor que le ha pasado haciendo TV: "Tener verdaderos amigos en esta profesión" y se abraza a Sardà. Dos grandes, en horas bajas televisivas. Quizás porque su tiempo ya ha pasado y la audiencia busca otras cosas. Da igual. Tienen más tele en la uña del pie que toda la parrilla actual de Telecinco. TV3 busca caras, y quizás las tiene cerca, en Barcelona. Xavier y Jordi. Con uno ya han hablado.