Mea culpa, y nunca mejor dicho, es lo que ha entonado el maravilloso chef Jordi Roca, después de confesar qué pasó en los lavabos de un local. El mejor pastelero del mundo, hermano pequeño de los Roca de 'El celler de Can Roca', y un tipo extraordinario, buena gente, genio y al mismo tiempo, alguien francamente divertido, ha hecho una jugosa revelación al programa Martínez y hermanos de este lunes, presentado por Dani Martínez, que consigue siempre sacar las mejores anécdotas de los invitados VIP a los que entrevista. Y Jordi Roca no ha defraudado. Sensacional experiencia la que ha confesado, que ha provocado carcajadas en plató y en las casas de los espectadores.

Primero, Roca sorprendió con una situación vivida con su mujer en una boda. Un momento "bochornoso" con la pareja pasando una vergüenza indescriptible cuando dieron por hecho una cosa que no lo era:  "Fui a comer a casa de un amigo y me contó que se iba a casar. Le hacía ilusión que estuviera en la boda con mi mujer", dice él, entendiendo que estaban invitados. El día de la boda, él y su mujer se vistieron para la ocasión, pero "No teníamos ninguna invitación escita, pero me presenté allí directo en el restaurante que era en su casa". El novio, la novia, el padrino, todo el mundo alucinando porque no entendían que hacía de invitado a la boda, cuando no lo estaba: "Mi mujer me quiso matar. Entré en la cocina y me encuentro a mis hermanos currando y les dije a todos que me habían invitado y me respondieron que a ellos también, pero que a currar", dice, provocando una carcajada total.

jordi roca ríe
Jordi Roca / Cuatro

Roca es tan bueno haciendo pasteles como explicando anécdotas. Porque si esta es hilarante, más todavía cuando confiesa qué pasó un día que se había tomado algún còctail de más. "No sé si contarlo, ¿hay niños"?. Como|Cómo no había, explica qué pasó cuando fue a una coctelería y bebió mucho y comió poco, casi nada. Seis en toda, seis cóctels que se tomó en poco tiempo, poco más de una hora. Un ritmo que lo llevó a aquello que pregonaba Dinio de "la noche me confunde". Pero la confusión de Roca no tiene nada que ver con relaciones erótico-festivas sino con zonas dónde hacer las necesidades. Explica que "hubo un momento que estaba ya que no sabía", y que tenía muchísimas ganas de ir al lavabo a orinar: "Iban sacando cosas y no quería interrumpir". Finalmente, cuando pudo ir, se dirigió hacia... donde se pensaba que estaba el lavabo. "Llevaba un rato aguantando y hago un pipí... ahí bien". Decidió apoyar la cabeza donde creía que había una pared... "Y la pared se abre. Resulta que era una puerta. Y justo encima había una cámara"... Orinó donde no tocaba.

Jordi Roca, genio. Haciendo pasteles, explicando momento de tierra trágame y orinando donde le sale del moño.