Casi diez millones de suscriptores en YouTube. Más de dos millones de followers en Instagram. Más de dos millones en Twitter. El youtuber y actor catalán Jordi Wild es uno de los nombres más seguidos en las redes sociales.
Hace tiempo le paró los pies a Frank Cuesta. Y es que él no se muerde la lengua a la hora de hablar de lo que lo rodea y ahora se ha quedado a gusto, y de qué manera. Por ejemplo, defendiendo la lengua catalana ante los intolerantes represores de las españas.
En una entrevista con Gabriel Rufián, hace unos meses, fue demoledor soltando unas cuantas perlas. Sobre los presos políticos: "Es una barbaridad, seas el más españolista del mundo, el más catalanista o te dé igual. Pedir 10, 20, 70 años de cárcel, es un insulto a la inteligencia y muy grave, democráticamente hablando. Me esperaba penas, inhabilitaciones, multas, pero no esta masacre".
La democracia española: "¿Es una mierda?", le preguntaba Rufián. Respuesta: "Sí, sin duda. La democracia, ya como sistema tiene ciertos fallos. Y en España no acaba de funcionar porque si no, no estaríamos cada dos por tres, millones de personas en las calles".
Ahora, en un vídeo en su canal de YouTube, ha hecho una defensa encarnizada de la lengua y la escuela catalanas y se ha dirigido en castellano a todos aquellos hiperventilados que querrían ir con un hacha y cortar de cuajo cualquier rastro que haya de una lengua que parece que les incomoda: "Que en Catalunya nos enseñen en catalán no implica que no aprendamos bien el castellano".
Razones, tiene a espuertas: "¿Por qué? Porque las películas las vemos en castellano, los youtubers y los streamers los disfrutamos en castellano, mucha literatura es en castellano, nuestro mundo de entretenimiento es en castellano, las series, Netflix".
Wild, implacable, se dirige a los catalanófobos y les lanza una pregunta: "Dejadnos que en el cole aprendamos catalán porque si no, va a desaparecer. ¿Hay algún problema en eso? ¿Queréis que desaparezca el catalán?". El youtuber, però, tem la resposta: "No me contestéis porque sé la respuesta de muchos. Y es una pena, ¿eh? Querer matar una lengua es una pena, os lo digo de verdad".
Desgraciadamente, muchos demócratas españoles ya sabemos qué responderían a la pregunta de si querrían que desaparezca el catalán...