El exministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha vuelto a nuestras vidas. Una lástima, sí, pero no se asusten. No vuelve a ningún ministerio, ni siquiera a la primera línea política. No. Su rentrée es historiográfica, reescribiendo la historia de España (y del mundo, si hiciera falta) según sus profundas creencias religiosas. Concretamente, Fernández Díaz ha explicado a El Correo de Madrid el importantísimo papel que jugó la Virgen del Pilar en la Guerra Civil Española, siendo determinante para el triunfo de Franco contra los republicanos. Un fichaje estrella que giró la tortilla del conflicto a favor de los rebeldes fascistas, por los que nadie apostaba en un principio: "Es evidente que hay que buscarle otras razones para que finalmente la Guerra Civil terminara con el fin que todos conocemos"
Es decir, que fue La Pilarica y no los aviones de Hitler o Mussolini la que derrotó a un ejército republicano que defendía la democracia... pero que no eran de la cuerda mariana. Y claro está, la Virgen escogió bando ganador, el de Paquito. El exministro lo explica en el mencionado diario, recordando el episodio del bombardeo de la Basílica zaragozana el 3 de agosto del 36. Un ataque que no consiguió sus objetivos: Las bombas "no llegaron a explosionar y con eso, gracias a Dios, no se produjo el daño que se pretendía sobre un monumento tan singular y extraordinario". El aviso no fue tenido en cuenta por los "rojos", y acabaron chafados por fuerzas celestiales. "Chim-pum". Este es el resumen de Fernández Díaz sobre la Guerra Civil. Huelga decir que la cosa ha tenido su recorrido en la red.
Es hora de coger los libros de historia y empezar a arrancar las páginas que hacen referencia al episodio más oscuro de España. El devoto Jorge Fernández Díaz, un Pilarlieber de "tomo y lomo" nos ha abierto los ojos. Un nuevo hit en su pintoresco, turbio y devotísimo currículum: Redención de los pecados en Las Vegas o condecoraciones policiales a vírgenes, sin olvidarnos de Marcelo, su ángel de la guarda y que es como una navaja suiza: Sirve para todo. Incluso para aparcar su coche. Quizás ha sido también la Divina Providencia la que le ha salvado de su responsabilidad por conspirar contra el independentismo y conseguir aquello de que "la fiscalía te lo afine". Todo forma parte del mismo plan, mucho más divino que humano.