El bailaor Rafael Amargo, en libertad con cargos por tráfico de drogas, hizo una jugarreta a Telecinco. Después de anunciar que iría a 'Sábado Deluxe' para ser entrevistado por Jorge Javier Vázquez, les dejó tirados y no se presentó a la cita. El badalonés fumaba en pipa, enfurecido contra el artista por su falta de profesionalidad. Tuvieron que rehacer la escaleta del programa, rellenándolo con testimonios escandalosos sobre los hábitos de Amargo: básicamente, una vida de drogas, sexo descontrolado y pasajes oscuros. Pero si al día siguiente no se habla demasiado del protagonista, y sí del presentador catalán y del colaborador Kiko Matamoros, es por el indigno espectáculo que ofrecieron.
La idea principal es esta: Amargo está enganchado a las drogas de diseño y a las orgías. Más bien, a la mezcla de ambas cosas. Una práctica que tiene un nombre: Chemsex. Fiestas interminables y salvajes donde se consumen sustancias para mantener relaciones sexuales sin ningún tipo de protección. Se hicieron famosas durante el confinamiento, por una redada de los Mossos en Barcelona, por ejemplo. Después de ofrecer todo tipo de detalles sobre ellas, colaboradores como Alonso Caparrós (exadicto) las censuraron. "No me apetece que mi hija piense que en una fiesta con un montón de drogas, cómo se hace en una casa, bien está. No me da la gana". La respuesta de Jorge Javier Vázquez y Kiko Matamoros fue sorprendente: las defienden como una opción más dentro de la libertad individual. "La vida mata" o "también hay quién bebe alcohol", decía el presentador, mientras que Matamoros iba más allá: "a mi me parece normal hacer las fiestas que me dé la gana, tomarme lo que me dé la gana y acostarme con quien me dé la gana". La red, estremecida e indignada, ha atacado con todo a la pareja.
Haz click en la imagen para escuchar la discusión (a partir del 1h40'22''):
Mezclar la libertad con prácticas peligrosas y que atentan contra la salud pública es un argumento muy pobre, tramposo y nocivo. Sobre todo difundirlo en la televisión. Ellos verán.