A medida que se acerca el Día del Orgullo Gay, el 28 de junio, aumentan las celebraciones en el mundo LGTB. Desfiles, carruajes, fiestas y la lista que desde hace nueve años elabora el diario El Mundo titulada "Los 50 gays más influyentes de España". Este año la encabeza el ministro Grande-Marlaska, una vez dimitido Màxim Huerta. Lo más curioso de la lista es que incluye personas que nunca han hecho pública su orientación sexual. Pero el diario saca del armario a la fuerza nombres como el modelo Jon Kortajarena, al igual que hizo años antes con Jordi González. La lista es un batiburrillo que va de Pedro Almodóvar a los Javis. En portada una jugadora de fútbol profesional diciendo que es lesbiana, la defensa del Barça Mapi León.

Jorge Javier Vázquez siempre sale en la lista pero es el único de los 50 a quienes el diario ha escrito una frase peyorativa: "Con Supervivientes ha vuelto a romper los audímetros pese a que su ejemplo sea muy poco edificante". Para ser una lista amable no está mal: a unos les hacen outing (sacar del armario) a empujones y a otros les acusan de poco edificantes. El presentador se ha revuelto en su blog de Lecturas: " "A veces pensamos que la homofobia solo son los chistes de Arévalo o que te llamen “maricón” por la calle. Y no. La homofobia se manifiesta también de manera sutil y dañina, y está muy instalada en nuestro propio colectivo. Porque en realidad lo que subyace bajo esa consideración es que los gays no deberían hacer ese tipo de televisión. Que no merezco ser gay porque no soy el gay ideal con el que sueña el autor".

GTRES

Este era el estado etílico que protagonizó Jorge Javier durante el desfile del orgullo gay de Madrid de 2007. Vázquez no quiere casarse ni tener hijos y siempre que puede dice que trasnocha para beber y ligar. Todo muy lejos de gais ideales como Ricky Martin. Fulmina la lista con una última crítica: "La lista me parece que cada año tiende más al 'pequeño burguesismo'. Echo de menos transgresión. Demasiados nombres instalados en el 'establishment'.

EFE

La lista es caprichosa, innecesaria, frívola y lo que es peor: bajo la apariencia de alabar al colectivo LGTB oculta el auténtico sentido de elaborarla: el afán fisgón de saber qué famoso se va a la cama con personas de su mismo sexo.