‘Sálvame’ encara la recta final después de catorce años de emisión de forma ininterrumpida. La nueva directiva de Telecinco ha tomado la decisión de poner punto y final al formato con la estrategia de apostar por el entretenimiento familiar. Justo en estas últimas semanas, Jorge Javier Vázquez desaparece misteriosamente de la cadena. Los rumores no han tardado en avivarse sobre una posible marcha forzada. Sin embargo, la dirección de la cadena ha querido recalcar que se debe a un problema de salud del catalán y no a un despido.
El pasado viernes se celebró la última ‘Sálvame Fashion Week’ sin su presencia y María Patiño quiso mandarle un mensaje de cariño para tenerle presente de alguna forma, sin embargo, sus palabras preocuparon a los espectadores porque daba a entender que algo no iba bien. "Jorge Javier Vázquez, estás aquí con nosotros porque siempre vas a estar. Te mando un beso enorme", ha dicho. Los seguidores del formato no tardaron en comentar en redes sus palabras. Destacan que no dijese ni un “recupérate” ni un “vuelve pronto”. De esta forma da a entender que ha sido despedido.
No son momentos fáciles para Jorge Javier Vázquez. El momento que menos esperaba ha llegado, su final televisivo. Según las informaciones se encuentra de baja temporal por prescripción médica desde el pasado 17 de mayo. Ha sido la empresa italiana la encargada de emitir un comunicado confirmando el motivo de la ausencia del presentador.
Jorge Javier Vázquez podría hacer frente a una profunda depresión
En su blog de la revista Lecturas Jorge Javier Vázquez reconoció que pasa un mal momento, por lo menos en el terreno laboral. No es capaz de enfrentarse al final de una era. Se refugia en casa. "Estoy a punto de llorar varias veces al día, le he dado mi vida entera”, revelaba sobre el final de ‘Sálvame’.
"Cuando digerí la noticia (de la cancelación) me dio un bajón. Me pregunté: '¿y ahora qué voy a hacer?'. Se me vino el mundo encima. Tanto tiempo fabulando con la idea de tener más tiempo para mí y sentir que ahora iba a tener todo el del mundo me daba ansiedad", se sincera el comunicador, que admite que, ahora, está "a punto de llorar varias veces al día"
Por suerte tiene la mente lúcida porque en otras ocasiones similares refugiaba sus penas en el alcohol. Era cuando aparecía borracho en cualquier discoteca sin poder mantenerse en pie. Era más joven, ahora tiene la cabeza amueblada, pero el alcohol siempre ha sido un arma de doble filo para él. "El alcohol no es buen compañero. Cuando me enteré del final del programa pensé: 'menos mal que no me pilla bebiendo’".