Jorge Javier Vázquez vuelve a ser la estrella indiscutible de Telecinco. Después del paso por el purgatorio y el infierno de Borja Prado y Ana Rosa Quintana, el panorama ha cambiado radicalmente. 'Supervivientes' va como un trueno, es la locomotora de una cadena lastrada por 'TardeAR' y el modelo televisivo de derecha extrema y extrema derecha. El detalle que confirma que el de Badalona ha girado la tortilla es que fue el invitado de 'DeViernes', el programa de chismorreo que llegó para enterrar el legado del 'Deluxe'. Con JJ, el programa subió 3 puntos. No fue líder, porque 'Tú cara me suena' es intratable, pero las cifras cantan.
Durante la conversación de Santi Acosta y Beatriz Archidona con el comunicador catalán, se produjo un reencuentro muy comentado. Vázquez y Rosa Benito, excolaboradora durante los años dorados de 'Sálvame', juntos en un plató. Después de años sin dirigirse la palabra y en una batalla infinita entre las partes, Telecinco ofrecía una entente cordiale. La imagen de la noche, el abrazo entre ambos, después de una frase antológica de Vázquez: "Nuestra relación es invierno total, pero, si ella quiere, nos damos dos besos". Benito no solo lo besó. Se deshizo, con palabras llenas de afecto y nostalgia. La escena traería consecuencias duras para Rosa. Su hija, Chayo Mohedano, se sube por las paredes.
Rosario acabó muy mal con Vázquez, 'Sálvame' y todo lo que tenga que ver con la difunta 'La Fábrica de la Tele'. Los ataques indiscriminados de Kiko Hernández, misógino y machista a cambio de pasta, convirtieron la relación laboral en insostenible. La madre tenía que sacar la cara por su hija, haciendo enemigos a cada paso. Además, está la famosa denuncia por la Operación Deluxe, la acusación contra la productora y algunos de sus miembros de obtener información policial de manera ilícita para explotarla mediáticamente. Chayo ni olvida ni perdona; pero Rosa parece que sí. Y sea por cobardía, o por intentar ganarse un puesto de trabajo en la futura Telecinco, la dejó tirada. Cuando menos, es lo que siente su hija, que ha estallado.
Atención al siete de Rosario a su madre: "Hay gente de todo tipo... Inclusive hay gente que no aprende de las experiencias que la vida te pone enfrente y en cinco minutos tira por tierra la lucha emocional, personal y laboral que durante años has soportado". Dura y a la yugular. "No soy falsa... Por eso no encajo en este mundo de mierda. No me gusta la gente falsa ni la gente egoísta que solo mira por su culo". No, no le ha gustado nada. Su relación cuelga de un hilo.