El álbum de cromos de los detractores del presentador catalán más famoso de España es muy completo. A a Jorge Javier Vázquez le odian en la caverna de la derecha, ultraderecha y la hiperderecha. En la otra lado, eso sí, también: Paula Vázquez, de Podemos, le considera un "gilipollas", e incluso profesionales de la comunicación de la principal cadena de radio progubernamental, la Cadena SER, le tienen vetado. Para más 'inri', son catalanes: Carles Francino y Àngels Barceló le detestan, como demostraron en aquella famosa entrega de los Ondas. Vázquez no olvida, y lo recuerda cuando tiene oportunidad. Y así lo ha hecho en una entrevista memorable en el programa 'Buenismo Bien', donde ha dejado montañas de titulares.
"A mí solo me vetan el acceso a la SER si coincido cono Francino o Barceló". Esta ha sido la entrada triunfal del de T5 al show de la emisora conducido por Manuel Burque, Quique Peinado i Henar Álvarez, entusiasmados con la claridad del badalonés. La conversación, sin embargo, ha sido un festival de zascas políticos muy jugosos. El gran objetivo, las derechas, rabiosas desde que proclamó aquello de "rojos y maricones". Los ha desmenuzado: "si el insulto viene de señores en descapotable y con megáfono, me da igual. Este país lo sostienen las mujeres y los maricas". Casado y Ayuso han salido escaldados: "no me puedo imaginar a Casado de presidente. Tampoco me entra en la cabeza que Madrid la gobierne Ayuso. Su gran aportación, una corrida de toros para sanitarios el 12-O. Ni con Franco". La presidenta madrileña recibe por partida doble: "Señora, usted está ahí con fascistas. Asúmalo." Sobre VOX: "su lenguaje es franquista. Utilizan el "progre" como lo hacía mi padre para referirse a su hermana porque leía e iba al teatro". La derecha "cree que el gobierno les pertenece por gracia divina o imposición de manos". Pim-pam-pum.
Vázquez ha confesado que "Pablo Iglesias es un gran vicepresidente, aunque en Podemos no me soporten". Y lanza una proclama impensable en personajes ricos y famosos: "quiero pagar más impuestos. Un país no se mantiene solo. Ese es el verdadero patriotismo". Gustará más o menos, pero habla con una contundencia innegable. Eso sí: seguirá coleccionando enemigos.