La cocina catalana es una de las más valoradas y creativas del mundo. Tan buena y rompedora que chefs de todas partes han perfeccionado sus técnicas aquí desde hace décadas. Por ejemplo, en El Bulli de Ferran Adrià, o en el Celler de Can Roca de los hermanos Roca. Y algunos de los que han hecho sus stages en estos templos son profesionales muy reconocidos. Es el caso del asturiano de nacimiento José Andrés, una verdadera celebridad en los EE.UU., país al que llegó directamente desde la Cala Montjoi de Roses hace más de 30 años. No sólo lo valoran por su propuesta culinaria, también por sus tareas humanitarias con las que intenta ayudar a necesitados de todo el planeta.
José Andrés es un hombre en el que confluyen varias culturas e identidades. La asturiana, por sangre; la catalana, por haber vivido 19 años en esta tierra desde que llegó con su familia a los dos añitos; la americana por razones obvias y, evidentemente, la española. Se siente orgulloso de todas ellas, como ha dejado claro en más de una ocasión. Pero claro, que un español de pro alabe sus raíces catalanas no está bien visto en determinados marcos mentales patrios. Escucharlo o leerlo diciendo "Me siento muy catalán" o "Me siento un #emigrante del mundo. Estoy orgulloso de ser asturiano, catalán, español y americano") les provoca un escozor incontrolable. Lo consideran un vendido, un traidor y más cosas por|el estilo, por descontado.
#LoMásVisto | José Andrés: "Estoy orgulloso de ser asturiano, catalán, español y americano a la vez. Me siento como un inmigrante. Los inmigrantes construimos puentes y entendemos que el mundo necesita mesas más largas y no muros más altos que nos separen" https://t.co/aDGZDzChG2 pic.twitter.com/39oFQ2BYWe
— Europa Press (@europapress) October 23, 2021
Pues bien, José Andrés acaba de dar una nueva lección a todos los haters catalanófobos: les sangrarán los oídos después de verle intervenir en el 'Tot es Mou' de Helena Garcia Melero en TV3. El programa de tardes de la pública lo entrevistó para saber más cosas sobre sus iniciativas solidarias, intentando poner un plato en la mesa de todos aquellos que no tengan por motivos de pobreza, exclusión, emergencias, etcétera. World Central Kitchen es la ONG del cocinero, y su tarea es encomiable. Tan encomiable como el catalán prácticamente perfecto que utilizó durante la conversación en el programa: 12 minutos para enmarcar.
La presentadora y el público en general, a pesar de saber que José Andrés tiene pasado en Catalunya, se sorprendieron mucho oyendo la lengua catalana en sus labios. Alucinante. Para llevar más 31 años sin utilizarla habitualmenta la trata mucho mejor que muchos de los que nunca han salido de nuestras fronteras. No será independentista, ni simpatizante de la causa catalana, ni siquiera catalanista, pero no hay que serlo para demostrar respeto, empatía y afecto a aquellos que te han acogido y que te han hecho sentir uno más en su casa. Delicioso, como sus platos.
Prepárate para la lluvia de porquería, José Andrés. Roma no paga traidores. Y quién dice Roma, puede decir... la España rancia y cañí.