Dicen que el amor lo vence todo, pero cada vez que vemos a José Luis Almeida, alcalde de Madrid de 49 años, con Teresa Urquijo, una joven de la aristocracia madrileña de 27 años, nos planteamos una vez y otra esta frase. El pasado 6 de abril los veíamos casarse por la iglesia en una celebración que acaparó todos los titulares: media familia real presente en la boda, una nueva pareja royal entre las dos familias, y una celebración apoteósica con un chotis tradicional incluido. Sin duda, el vídeo del año. Parecía imposible, pero sí, el alcalde de Madrid se descolgaba de la etiqueta de 'solterón de oro' y cumplía uno de sus sueños, hacer vida de enamorado...

Él quizás no se lo imaginaba, pero hacer vida de casado no se suele tener una acompañante para los acontecimientos, es saberse aguantar las manías, los revuelos y los dramas, es decir, saber convivir, un aspecto que a Teresa Uriquijo se le debe hacer cuesta arriba después de todas las manías personales que ha destacado el alcalde. Atentos.

Teresa Urquijo y José Luis Martínez-Almeida durante la boda

José Luis Almeida está encantado desde el minuto uno con su compromiso matrimonial, eso nos ha quedado más que claro. Él llevaba en la frente el título de soltero de la familia, incluso su propio sobrino se lo recriminaba públicamente. Y claro, la llegada de la joven, licenciada en derecho y administración y dirección de empresas, familia de los Borbones, fue un milagro, una alegría de por vida. El alcalde madrileño tiene claro que lo dará todo por el matrimonio, durante la celebración del compromiso lo veíamos darlo todo con la música, después increíblemente aventurero de luna de miel, e incluso se emocionaba en directo ante Susanna Griso al explicarle la primera vez que fue a hacer la compra. Antes de Teresa debió ser el típico que tenía un limón y un tupper de comer precalentado en la nevera. Tantos años solo le han hecho coger varias manías y más, desde que guarda el cargo de alcalde.

Almeida y Teresa Urquijo a los Premios Laureus / Europa Press
Almeida y Urquijo, el aeropuerto GTRES

Ha sido durante una entrevista con la cadena COPE donde el alcalde ha regalado varias titulares sobre su matrimonio: "La valienta ha sido ella, casarse con un personaje publico, en la España que vivímos hoy en día..." Solo hay que verles juntos, sí, a Teresa Urquijo tiene estómago, y Almeida poca gracia, él tiene que estar en todo: acontecimientos familiares, actos públicos y encuentros con La Casa Real, y una de sus manías está ligada con la puntualidad. Él tiene que estar hecho un pincel a la hora exacta, y como seguramente tan solo se tenga que vestir y peinar con diez minutos lo tiene listo, no es el caso de Urquijo, ella va con el agua al cuello y eso de ser tan puntual lo irrita. Pero el asunto no acaba aquí, la otra manía extraña va más allá: cuando la mesa está lista y preparada, él tiene que tocarlo todo. Platos cubiertos y vaso, lo tiene que mover y recolocar. Todo muy extraño.

Teresa Urquijo y José Luis Martínez-Almeida / GTRES

"Yo llego a un sitio a comer y, siempre, por muy colocados que estén los platos, los vuelvo a colocar” y le da igual si está en casa, o está en la Zarzuela, él no puede evitarlo. "Esto para la vida de casado es un problema" le respondía el periodista, y él destapaba la irritación de Urquijo "Bueno, díselo a ella, que está desesperada con este tema". Y tan desesperada, Teresa Urquijo ya debe empezar a notar los efectos de casarse con un hombre que le quita veinte años, experiencia y manías.