José Luis Martínez-Almeida ha entrado en la recta final de la etapa más longeva de su vida: la de solterón. Dentro de 15 días, más o menos, cruzará la meta y se convertirá en un hombre casado con 48 años. ¿Cuánto le durará la unión con la aristócrata y parienta borbónica Teresa Urquijo, 20 años más joven que él? Ah, esta es la gran pregunta. Da la impresión que bastante, porque ella demuestra un estómago impresionante, pero nunca se sabe. Almeida es mucho Almeida. Y soportarlo 24 horas al día, 7 días a la semana y 365 días al año 'hasta que la muerte os separe' puede convertirse en un suplicio que ni las pruebas de 'El Desafío'. Lanzar la toalla siempre es una opción, y pocos le reprocharían el abandono. Pero claro, estamos haciendo demasiadas suposiciones. De momento, hay que llegar al 6 de abril. Y después, ya veremos.

Lo que podemos asegurar, sin miedo a equivocarnos ni al que dirán, es que este bodorrio será un escándalo. Podríamos hablar de invitados, con la invitación cursada a Juan Carlos de Borbón, por ejemplo. El emérito huido ahora se ha instalado en Suiza y el vuelo de Ginebra a Madrid es un pim-pam a su alcance. También podríamos dedicarle horas a la lista de bodas confeccionada por los novios: según 'Vanitatis', piden 85.000 euros en regalos. Una tele de 2.500€, cuberterías de 1.500, una alfombra afgana de 7.000 o una barbacoa con 4 fuegos de 1.000 euros son algunos de los obsequios seleccionados. Los amantes de la fruta se tendrán que dejar una pasta si quieren salir en la foto; es el gran acto social de un PP inmerso en el barro del círculo intimísimo de Isabel Díaz Ayuso y las fechorías del hooligan Miguel Ángel Rodríguez. La foto, detalle importante. Y la madre de todos los escándalos de la cita nupcial.

Teresa Urquijo y José Luis Martínez-Almeida / GTRES

Recuerden que, hace poco más de un mes, la fecha de la boda quedó tocada de muerte por una razón de pelotas. El 6 de abril es también la final de la Copa en Sevilla, y uno de los equipos que aspiraban a llegar al duelo decisivo, el Atlético de Madrid, es el favorito del pepero. Almeida deseaba hacerse la foto con Felipe VI, la copa y la bufanda del equipo colchonero. Pero resulta que no tuvo en cuenta esta posibilidad al fijar la boda, y cuando se dio cuenta del error fue demasiado tarde. Afortunadamente, los de Simeone le han hecho un favor, quedando eliminados. Por lo tanto, ningún nubarrón al horizonte. O eso parecía.

José Luis Martínez-Almeida, fan del Atlético de Madrid / GTRES

El calendario volvió a provocar un problema grave por otro motivo: la investidura del presidente de la Xunta de Galicia. Alfonso Rueda, el delfín de Feijóo, fue escogido en las urnas hace pocas semanas. Y la toma de posesión, con acto propagandístico incluido, estaba prevista para el 6 de abril. Toda la plana mayor del PP tiene que estar allí, Almeida también. Un enorme conflicto, resuelto de la peor manera. Un país de pandereta: la decisión ha sido retrasar la "coronación" para facilitar la presencia del alcalde madrileño. Es decir, Galicia a los pies de Madrid. Disfruten de lo votado, gallegos y gallegas. Son la franquicia más irrelevante del Estado, pero es lo que ha deseado la mayoría. Que aproveche.

Feijóo, Ayuso y Almeida / GTRES